Las dificultades de los residentes para acceder a sus garajes en la calle Purísima y de los viandantes para acceder a determinados comercios hizo que la semana pasada fueran los propios vecinos los que retiraran las vallas, con el riesgo que ello conllevaba.

Sin embargo, el miércoles pasado, los bomberos volvieron al lugar y anclaron las vallas al suelo con tornillos y las unieron con alambre. Desde la asociación de vecinos de El Mercat comentaron: «La Policía montó una guardia para que no las retiraran de nuevo».

Pese a todo, ayer estaban semiabiertas de nuevo y la gente seguía pasando por debajo. Algunos comerciantes manifestaron su malestar, puesto que «la calle lleva ya una semana así y no le dan solución».

La Concejalía de Urbanismo «ha requerido al propietario para que arregle la fachada y se ha dado orden a la contrata para que ponga una malla. Estará en cuestión de días y se podrá abrir de nuevo la calle». A pesar del peligro, han explicado que la finca «no está declarada en ruinas».