Decía el mismísimo Elvis Presley que "la música nunca es mala, digan lo que digan del rock’n’roll". La música inspira, cambia y salva vidas. Y para rendirle homenaje está Teenage Rampage, la exposición de carteles del diseñador Álvaro P-FF que estos días se pueden ver en La Fiambrera Art Gallery de Madrid.
ÁLVARO P-FFUn recorrido por la historia de la cultura pop desde los años 50 a los 80. Desde el Rey del Rock al Duque Blanco. El diseñador madrileño toma como punto de partida conciertos históricos a los que le habría gustado asistir y los rediseña intentando mantenerse fiel a la estética de cada época y teniendo siempre en cuenta el peculiar estilo de cada artista.
ÁLVARO P-FFDe esta manera encontramos a grandes artistas como Elvis Presley en 1956, los Beatles en el Hollywood Bowl de Los Ángeles, los Ramones, David Bowie, The Byrds, Johnny Cash, The Clash, Otis Redding… y otros que se asocian para la ocasión como las Ronettes con los Rolling Stones de teloneros, Gram Parsons con los Fallen Angels en Austin poco antes de morir en Joshua Tree o Iggy Pop con sus Stooges en Cincinnati.
ÁLVARO P-FFDos años después de su última visita a la galería con la exposición Do the mutilation, el artista nos invita esta nueva degustación para melómanos que permanecerá abierta al público hasta el próximo 19 de noviembre.
ÁLVARO P-FFÁlvaro P-FF, nombre artístico de Pérez-Fajardo (Madrid, 1973) lleva media vida ligado al mundo de la música. Comenzó a dibujar para la escena underground de la capital a mediados de los 90 realizando numerosas portadas y carteles.
ÁLVARO P-FFDesde entonces, ha colaborado con artistas nacionales como Bunbury, Calamaro, Sidonie, Cápsula, Sex Museum… e internacionales como Green Day, Lucinda Williams, Nancy Sinatra, Soundtrack Of Our Lives o Long Ryders.
ÁLVARO P-FFSu personal estilo sigue la estela de la cartelería americana de los 90 que promovieron artistas como Frank Kozik o Marco Almera sin olvidarse de la influencia del skate, la imaginería mejicana, los tatuajes, el cine gore, el cartel político-propagandístico y, por supuesto, la estética del rock y el punk.
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