Verdugos. Pescaderos descuartizan una ballena de 10 metros de largo en el puerto de Wada, Japón, en junio, tras la primera matanza de la temporada de ballenas 2007. Wada es una de las cuatro comunidades en Japón en las cuales la pesca comercial de la ballena no está protegida por la Comisión Internacional de la Pesca de Ballenas.
Everett Kennedy Brown / EFEEl cuerpo sin vida de la ballena, del tipo zifio de Baird (Berardius bairdii) llega al puerto de Wada, donde los trabajadores comienzan a descuartizarla.
Everett Kennedy / EFELos alumnos de un colegio presenciaron el proceso para descuartizar a la ballena en el puerto japonés de Wada.
Everett Kennedy Brown / EFEEs la primera ballena que se captura en la temporada de caza de este año.
EVERETT KENNEDY BROWN / EFEEn el pueblo de Wada es una tradición invitar a los escolares a que asistan al despiece de la primer ballena de la temporada.
EVERETT KENNEDY BROWN / EFELos representantes de la compañía ballenera local, Gaibo Hogei, argumentan que las ballenas tienen que ser tratadas como "cualquier otro recurso natural".
EVERETT KENNEDY BROWN / EFEEn la península del Boso, donde se encuentra Wada, hay una larga tradición ballenera. La caza de este tipo de animal se desarrolla desde principios del siglo XVII.
Olivier Fabre / Reuters