Mohamad Sangare, de 4 años, en la calle en la que vive en Diabaly. Mohamad pertenece a una comunidad pequeña que vive de la producción de arroz, en la ciudad de Diabaly, en el norte de Mali. El pasado 14 de enero, un grupo de yihadistas entraron en la iglesia de la ciudad y profanaron las imágenes y objetos religiosos. Cuatro días después las tropas francesas y malienses tomaron la ciudad
Nic Bothma/ EFELa niña maliense de seis años Aissata Coulibaly viven en Diabaly, en Mali, donde algunos niños resultaron heridos tras el ataque de un grupo de yihadistas.
Nic Bothma/ EFEUn grupo de niños pertenecientes a una pequeña comunidad que vive de la producción de arroz posa para el fotógrafo en las calles de Diabably, población atacada por los talibanes y ahora en poder de las tropas francesas y malienses.
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