Las familias sirias cruzan los 10 kilómetros que separan las costas turcas en lanchas neumáticas que muchas veces están sobrecargadas. Los naufragios son frecuentes en este tramo. Desde la muerte del pequeño Aylan Kurdi, hace unos meses, más de 150 niños han muerto ahogados en el mar Egeo.
Pedro Armestre / SAVE THE CHILDRENMás de 800.000 personas refugiadas y migrantes han llegado este año a Grecia, la mayoría de ellos a las islas de Lesvos, Kos, Chios y Samos. La mitad de ellos son niños.
Pedro Armestre / SAVE THE CHILDRENSave the Children denuncia que los niños refugiados, especialmente los que viajan solos, pueden sufrir abusos, explotación, violencia extrema y trata durante su viaje hasta Europa.
Pedro Armestre / SAVE THE CHILDRENEn los campos de refugiados de Moria y Kara Tepe, en Lesbos, Save the Children tiene habilitados diferentes espacios para que los niños puedan jugar y olviden los traumas del viaje. Se trata de que los pequeños recuperen la alegría y disfruten, en la medida de lo posible, de su infancia.
Pedro Armestre / SAVE THE CHILDRENLas familias que llegan a la isla griega de Lesbos proceden de Siria, Afganistán o Irak. Los pequeños llegan asustados, empapados por el agua y con frío. En el caos de la llegada, muchos terminan separados de sus madres y eso les genera más ansiedad, alerta Save the Children.
Pedro Armestre / SAVE THE CHILDRENEn los Espacios Seguros para la Infancia de Save the Children, los profesionales de la ONG juegan con los niños y les dejan tiempo y espacio para que desarrollen su creatividad. Muchos de los dibujos de los pequeños hacen referencia a su casa en Siria y a las penurias del viaje.
Pedro Armestre / SAVE THE CHILDRENAlma, una niña siria de 4 años, juega con su muñeca mientras espera a embarcar con su familia en el ferry que les llevará a Atenas. A partir de allí, empezará un largo periplo hasta alcanzar su país de destino: Suiza.
Pedro Armestre / SAVE THE CHILDRENLos programas de Save the Children en Grecia incluyen espacios tranquilos para que las madres puedan dar el pecho a sus hijos, reparto de alimentos, autobuses para trasladar a los refugiados desde las playas donde llegan hasta la zona de registro y espacios para que los niños jueguen.
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