Muchos momentos dulces, una competencia adicional y una posición sin fijos ni estabilidad. La mayoría de los delanteros que han formado parte de los planes de Vicente del Bosque con más o menos regularidad desde que ascendió al cargo en julio de 2008  atraviesan un buen momento en sus respectivos clubes. Marcan o son protagonistas. Un día a día positivo que llega en unos tiempos donde la cuestión del falso nueve ha dinamitado los dogmas de los delanteros puros (nunca fijos en un equipo donde ha explotado como goleador Pedro Rodriguez, que no lo es y es un fijo) y en los que aumenta la competencia con la entrada en escena del hispano-brasileño Diego Costa.

Del Bosque no había tenido que gestionar un momento tan conjuntamente fértil de los principales delanteros españoles que han aparecido por la absoluta o venían postulándose para ello desde que, en el arranque de la Eurocopa de 2012 frente a Italia, optó por obviar a los arietes más puros para recurrir a la figura del falso nueve que encarnaría Cesc Fábregas en los cuartos contra Francia y en la final contra Italia. Las lesiones, las rachas para marcar y, sobre todo, sus dudas le habían puesto las cosas más o menos fáciles en esa dirección. Una cuestión que nunca ha obviado el técnico: "Hemos demostrado alguna inseguridad en el puesto de delantero centro, pero también por la irregularidad que han tenido los delanteros".

El entrenador salmantino explicaba el porqué de esa inseguridad antes de la Copa Confederaciones en Diario de la Roja: "Entiendo que un equipo debe jugar con un nueve al uso y me parece que es un puesto que un equipo necesita. Pero este tiempo atrás, posiblemente por culpa nuestra, no hemos encontrado ese delantero centro que nos gustase del todo. Los delanteros centro pueden estar todo un partido sin tocarla, meter un gol y ya todo el mundo decir: 'Este fulano, tal, ha metido un gol...' ¡Y ha estado todo el partido sin tocarla! Nosotros necesitamos jugadores que participen y que se les vea el resto del partido". No era una cuestión de números. Pedro es un fijo. El baile de cara al Mundial pasa, de momento, por siete nombres.

Del Bosque se quedará, de momento, con las ganas de contar con el jugador que más le apetecería probar en estos momentos: Diego Costa. Días después de ser llamado por primera vez por la selección española tras optar por renunciar a Brasil, una rotura muscular apartó al delantero del Atlético de Madrid de su debut.

"Un jugador que lucha como él, con su energía y la calidad con y sin balón que tiene, viene para sumar y no para restar. Tenemos centrocampistas que entienden el fútbol muy bien y Diego Costa les dará muchas soluciones", había considerado Del Bosque durante el anuncio de su convocatoria. Costa ha firmado 13 goles en 13 partidos y otras 3 dianas en la Champions League.

El espigado riojano de la Juventus de Turín ha sido el elegido por el seleccionador para ocupar la vacante dejada por Diego Costa.

Llorente, que regresa a una lista después de participar en el amistoso estival disputado en Guayaquil contra Ecuador, comienza a superar un titubeante arranque de su andadura en el fútbol italiano, donde fue objeto de alguna que otra chanza y apareció alguna crítica atribuida a su compañero Tévez.

Llorente ha marcado en estas últimas semanas y ya ha anotado tres goles (dos en la Champions) en diez partidos. Su último tanto, precisamente,  en la victoria liguera contra el Nápoles.

El delantero del Chelsea, que se lesionó durante el compromiso de la Champions League contra el Steaua de Bucarest, es un habitual de Vicente del Bosque (ya tenía un rol importante con Luis Aragonés y suyo fue el gol que le dio a España la Eurocopa de 2008), aunque también se perdió los dos compromisos oficiales anteriores donde España cerró su clasificación para el Mundial por culpa de un esguince de ligamentos en su rodilla izquierda.

Hasta su lesión el madrileño había ganado mucha presencia dentro de los planes de Mourinho, en una imagen más agresiva y solidaria. En 11 partidos  firmaba 4 goles , una asistencia y bastante protagonismo.

El asturiano, máximo goleador de la selección española  y otro de los jugadores de confianza de Vicente del Bosque, cambió de aires esta temporada y arrancó con las mismas dudas que concluyó su periplo en el Barcelona.

Pero  Villa, contagiado por el efecto Diego Costa, tras una inesperada suplencia en competiciones europeas, se ha revitalizado en una semana liguera mágica: cuatro goles en ocho días. El guaje, de 31 años, acumula siete goles en 17 partidos, uno de ellos en la presente edición de la Champions League.

El flamante jugador del Manchester City (que llegó desde el Sevilla tras el pago de 25 millones de euros más otros tres variables) es, más allá del momento que atraviesa Diego Costa, el mejor de los delanteros.

El ariete vallecano ha firmado de momento ocho tantos en 15 partidos  (4 en la Premier League y 4 en la Champions, tres de ellos en su hat-trick de la última jornada) y, más allá de mucha presencia en el juego ofensivo citizen, también ha dado tres asistencias.

Negredo ha marcado en los últimos compromisos de la selección, frente a Bielorrusia y frente a Georgia (un tanto que supuso el gol 200 de la era Del Bosque). Junto a Villa, esta en la lista para la gira africana.

Con seis goles en 12 partidos, el nuevo delantero del Tottenham Hotspur es otra de las alternativas para Del Bosque.

El valenciano, que en su debut en el equipo londinense se limitó a marcar desde el punto de penalti y no había demostrado estar adaptado a su nueva realidad balompédica, ha ido creciendo en la competición inglesa en estas últimas jornadas.

Soldado le dio a los suyos , que no han ganado en la dos siguientes, la victoria hace tres jornadas ante el Hull City.

El asturiano, un medio con mucha llegada que ha ido consolidándose como goleador en sus últimos tiempos en el Rayo y en el pasado curso en el Swansea de la Premier League, ha sido el último jugador ofensivo con el que ha contado Vicente del Bosque, además de ser el 36.º futbolista que debuta en la absoluta con el técnico charro.

Michu, que salió de titular y disfrutó de 57 minutos frente a Bielorrusia, lleva cinco tantos en 15 partidos este curso, tres de ellos en el debut en competiciones europeas del conjunto galés. Su nombre ha sido uno de los más reclamados para la selección desde su explosión en Inglaterra el pasado curso.