El trineo de la amistad, en la Pirena 2011

  • Agustín González, discapacitado, y Jorge Ruiz competirán por segundo año en la Pirena, que arranca este sábado en Zaragoza.
  • Dos amantes de los perros y la aventura que repetirán en la competición.
Agustín y Jorge guían a sus perros en la Pirena 2010.
Agustín y Jorge guían a sus perros en la Pirena 2010.
JORDI FELIU ROSELL
Agustín y Jorge guían a sus perros en la Pirena 2010.

Lo que la crisis ha unido, que no lo separe el hombre. Así se conocieron el año pasado el madrileño Agustín González y el cántabro Jorge Ruiz, dos amantes de los perros y la aventura que este año repetirán equipo en la Pirena, cuya salida se dará este sábado en Zaragoza.

"La crisis me dejó sin patrocinadores y el director de la carrera, Pep Parés, me propuso competir con Agustín", recuerda Jorge para quien "el gusanillo de la competición se compensa con la experiencia de convivir 15 días con una persona discapacitada y de disfrutar de los Pirineos. El año pasado nos hicimos amigos".

"Yo no compito por orgullo, sino porque me mola, igual que practico esquí o vela", afirma Agustín, quien sufrió una lesión medular en 1985 en un accidente de coche.

El piloto o musher del trineo, tirado por entre 6 y 12 perros, es Jorge, quien disputará este año su 17.ª Pirena. "También los entrena, los da de comer y los cuida», explica Agustín, debutante en 2010: "Yo hago de contrapeso y ayudo lo que puedo en las subidas con unos bastones telescópicos", mientras que sus competidores se pueden bajar del trineo y empujar.

En los 15 días y 313 km de carrera, ascenderán hasta los 2.500 metros, con desniveles de hasta 500, por pistas de esquí rojas y negras, las más difíciles. "Alcanzamos los 40 km/h y te puedo asegurar que es como ir tumbado en una moto o ir en un coche de rally, pero con precipicios de 300 metros al lado", comenta el madrileño.

Paisajes inolvidables

Competición aparte – "Porque el objetivo es acabar", coinciden ambos–, Agustín espera encontrar otra vez "esos inolvidables paisajes nocturnos, las puestas de sol, la luna llena y el último tramo de cada etapa, iluminado con velas o antorchas".

Un adiestrador y un guarda de osos

Agustín González trabaja desde hace más de 10 años como adiestrador de perros para discapacitados: "Los perros nunca te engañan porque no hablan. Son fieles".

Jorge Ruiz vive en el pequeño pueblo de Fresno del Río, "con mis 22 perros y desde hace 15 años trabajo como guarda haciendo seguimiento de osos pardos en la cordillera cantábrica".

Para ambos, los perros de la Pirena son deportistas de élite: "Se estresan porque sienten la competición. Además, sufren heridas en las patas por el frío y cortes por el hielo".

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