El líder del Tour, el suizo Fabian Cancellara, ha mejorado en 20 segundos su primer puesto al ganar la tercera etapa, trepidante en los últimos kilómetros y aburrida en todos los demás. Seis horas y media se tardaron en cubrir los tediosos 236 kilómetros, pero al final la exhibición de Cancellara compensó.

Pocas veces suele ocurrir que un maillot amarillo en la ronda gala se involucre tanto. Pero esta vez Cancellara vio la opción y se sacrificó en los últimos 500 metros para apuntarse una victoria, la segunda tras la de la crono individual en Londres y que le dio el liderato.

Una demostración de poder para dejar a medio minuto a Andreas Kloden y a 41 segundos a David Millar.

El pelotón estuvo muy relajado y sólo apretó en los últimos kilómetros para neutralizar una fuga de cuatro hombres. Parecía que se iban a salir con la suya, pero en el último kilómetro les alcanzaron. Justo en ese momento saltó Cancellara y logró cruzar primero, antes que otros sprinters como Tom Boonen.

Cancellara espera seguir de amarillo varios días más

El ciclista suizo, que ayer se hizo daño en una muñeca tras la caída múltiple, demostró que está totalmente recuperado, aunque reconoció que fue "el último kilómetro más duro de mi vida". También amitió que está sorprendido de su victoria. "Sólo pensaba en estar bien colocado, pero creo que a algunos les han sorprendido los adoquines, luego he seguido avanzando y he tenido energía".

Para la 4ª etapa de mañana, entre Villers-Cotterets y Joigny, el perfil será algo más difícil, con cuatro pequeñas subidas de 4ª categoría.

Serán 193 kms. donde, de todas formas, se espera llegada al sprint (ver perfil completo).