El legado de Pep: Tito aún está lejos de igualar a Guardiola

  • Pese a un inicio de temporada arrollador, el Barça de Tito es más vulnerable.
  • El triunfo en Liga ha sido contundente, pero en el resto no ha logrado el objetivo.
  • Pep logró 13 títulos de 16 posibles, mientras que Vilanova ha conseguido 1 de 4.
  • El estilo es parecido, pero el Barça de Tito encaja más goles que el de Guardiola.
  • El de Santpedor tuvo enfrentamientos con varios jugadores (Eto'o e Ibrahimovic sobre todo), mientras que a Vilanova todavía no se le conoce ningún roce.
Pep Guardiola, conversa con Tito Vilanova, durante el partido.
Pep Guardiola, conversa con Tito Vilanova, durante el partido.
Andreu Dalmau / EFE / ARCHIVO
Pep Guardiola, conversa con Tito Vilanova, durante el partido.

El 27 de abril de 2012 Pep Guardiola anunció su despedida del club que le vio triunfar como jugador y como técnico. El Barça no tardó en reaccionar y en la misma rueda de prensa Sandro Rosell anunció su sustituto en el banquillo culé: Tito Vilanova.

La apuesta del club fue la del continuismo. El segundo entrenador, un hombre conocedor de la casa y de la filosofía de su antecesor era el responsable de seguir con el proyecto que había convertido al Barça en el mejor equipo del momento y dominador del fútbol europeo con dos Champions y tres semifinales en cinco temporadas.

El primer tropiezo no tardó en llegar y fue nada menos que ante el eterno rival. La Supercopa de España acabó en las vitrinas del Real Madrid después de dos intensos partidos y en los que la igualdad fue máxima.

Sin embargo, el feroz inicio de Liga disipó todas las dudas. Una primera vuelta que rozó la perfección colocó al Barça con la Liga casi sentenciada después de ganar todos los partidos excepto el Clásico en el Camp Nou (acabó empate a dos). Los 55 puntos marcaron un récord histórico de la competición y dejaron el torneo doméstico casi finiquitado. La maquinaria parecía perfectamente engrasada e incluso parecía superar a la de su antecesor.

Las loas y alabanzas al Barça no tenían fin y en enero era el máximo favorito a todos los títulos. Triplete era la palabra que más se oía en Barcelona y repetir los éxitos de la primera temporada de Pep (lo ganó todo) parecía factible. Pero el estado de felicidad de los culés se vio truncado de golpe ante la peor de las noticias posibles: Tito recaía en su enfermedad y debía ser operado de un tumor en la glándula parótida.

La decisión del club, como no podía ser de otra forma, fue la de esperar a su entrenador y mientras dar el mando del equipo a su segundo, Jordi Roura. Vilanova dirigiría desde la lejanía mientras se recuperaba.

Un pequeño bajón en el rendimiento en la Liga se achacó a que ésta ya estaba casi sentenciada, pero los reveses pronto llegaron. Primero fue la eliminación en las semifinales de la Copa, con derrota sin paliativos ante el Real Madrid en el Camp Nou (1-3) y después el mazazo europeo ante el Bayern. Esta última derrota dejó además muy dañada la imagen de Tito, pues fueron muchos los que criticaron su inmovilismo en los banquillos: solo un cambio en Múnich y éste llegó en el minuto 83 ya con 4-0 en el marcador. En el partido de vuelta, otra vez escasa imaginación y una falta de fe preocupante.

El estilo

- La posesión del balón por encima de todas las cosas. El Barça de Pep, en sus cuatro temporadas, jamás tuvo menos el balón que su rival. La principal característica del equipo era la presión asfixiante muy arriba para recuperar la pelota cuanto antes y lo más cerca posible de la portería contraria.

Guardiola no tocó el 4-3-3 que ya utilizaba el Barça de Rijkaard. Su principal novedad fue la de situar a Messi como falso '9', lo que hizo que los delanteros que fueron pasando por el club se acabaran marchando (Eto'o, Ibrahimovic, Bojan) o se exiliaran a la banda (Villa). El aluvión de goles que hacía Messi y los éxitos del club hicieron indiscutible esa decisión.

También hubo coqueteos de Pep con el Barça de Cruyff, llegando a probar la defensa de tres. Los numerosos goles encajados dejaron esa solución solo para emergencias.

- Tito apenas tocó el sistema ni la idea de su antecesor. En sus inicios, el Barça pareció apostar por jugador siempre con dos hombres muy abiertos en las bandas, pero poco a poco Cesc entró en el equipo, lo que hizo que fuera Iniesta el que acabara en la banda izquierda. Los problemas en la defensa han sido el mayor quebradero de cabeza de esta nueva etapa. Más goles encajados, lesiones y jugadores lejos de su mejor momento han hecho que la prioridad para la temporada que viene sea reforzar la zaga.

Además, a Vilanova se le ha acusado de falta de iniciativa, especialmente cuando no han ido bien las cosas. En Múnich no hubo respuesta del banquillo cuando su equipo estaba siendo barrido por los alemanes y solo hizo un cambio en los minutos finales.

Las estadísticas

- Títulos: 13 de Pep en cuatro temporadas (sobre 16 posibles) frente a uno (de cuatro) de Tito en una temporada. No hay color.

- Goles a favor en Liga: El Barça de Pep hizo una media de 103 goles por temporada. El de Tito lleva 105 goles este año a falta aún de 3 jornadas. Ligeramente más goleador con Vilanova.

- Goles en contra en Liga: Mientras el Barça de Guardiola encajó una media de 27,25 goles al año, el de Vilanova lleva 37 goles en contra este año a 3 jornadas del final. Con Guardiola el Barça encajaba menos goles, es una de las grandes diferencias.

Enfrentamientos con jugadores

- Pep nunca tuvo encontronazos directos con sus jugadores, siempre se escudó en la falta de 'feeling' con algunos de sus futbolistas. Nada más llegar se cargó a Ronaldinho y lo intentó con Eto'o, aunque al final tuvo que tragar con el camerunés. Pese al excepcionar rendimiento de Samu, el año siguiente decidió venderle por esa "falta de 'feeling'". En su lugar llegó Ibrahimovic, el fichaje más caro de la historia del club, y que no cuajó. Acabó como suplente, solo duró un añó y se fue llamando despectivamente a Guardiola "el filósofo".

El resto de supuestos malos rollos de Pep con sus jugadores no dejan de ser más que rumores. Es posible que su marcha se debiera a que notara que el hambre del equipo había disminuido o a su tirante relación con pesos pesados del vestuario como Piqué, Cesc o Dani Alves. Nunca confirmados, quedara en la rumorología si esa mala relación existía y si ese fue uno de los principales motivos de que se fuera.

- A Vilanova no se le conocen enfrentamientos directos con ningún jugador. Bien es cierto que a partir de diciembre no ha tenido demasiado contacto directo con sus jugadores, dado que ha estado recuperándose de su enfermedad. Eso sí, la marginación de Villa durante prácticamente toda la temporada es difícil de entender.

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