Sergio Ramos, recibido con una gran bronca en el Pizjuán

  • Fue abroncado e increpado desde antes del comienzo del choque.
  • Antes del partido, fue recibido con una pañolada.
  • Los hinchas corearon los nombres de Rakitic y Dani Alves.
Sergio Ramos, a su llegada a Sevilla.
Sergio Ramos, a su llegada a Sevilla.
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Sergio Ramos, a su llegada a Sevilla.

El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, fue recibido este domingo por la noche en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde su equipo se enfrentó al club en el que se formó, con una gran bronca por la afición local, tras la crispación creada por su celebración de un gol el jueves en Copa y los gestos que dedicó a parte de la grada.

Ramos, cuyo desencuentro con los hinchas radicales sevillistas era notorio desde que en 2005 se marchó al Madrid, aunque a raíz de esa polémica se ha generalizado a todo el sevillismo, fue abroncado e increpado desde antes del comienzo del choque, nada más anunciarse su nombre cuando se dieron a conocer las alineaciones por megafonía.

Antes del inicio, y en medio de una gran pitada, el internacional español, formado en la cantera del Sevilla, saludó al capitán sevillista Vicente Iborra en el sorteo de campo y se dirigió al banquillo local para estrechar la mano al técnico argentino Jorge Sampaoli, mientras que todo el estadio le mostró su desaprobación con una pañolada.

Ya con el partido comenzado, la bronca hacia Ramos arreció cada vez que el jugador de Camas (Sevilla) tocó el balón, además de que una parte de la grada de Gol Norte, en la que se sitúan los hinchas radicales del club andaluz, le dirigió algunos cánticos insultantes, aunque desde otros sectores del estadio silbaron como rechazo a esa conducta.

Estos seguidores también corearon otras consignas como "Tebas, vete ya", además de recordar a exsevillistas como el croata Ivan Rakitic y el brasileño Dani Alves.

La polémica con Sergio Ramos se desató el pasado jueves en el choque de vuelta de la Copa del Rey, en este mismo escenario y que acabó 3-3, tras los gestos desafiantes que el madridista dirigió a esa parte de la grada al celebrar el 3-2, tras haber sido insultado desde el inicio del partido por los radicales del Sevilla.

Los clubes han querido poner cordura ante tanta crispación y, aunque el Sevilla ha pedido a LaLiga que denuncie a Ramos ante Competición y en su caso a la Comisión Antiviolencia por sus gestos en la celebración, ambos técnicos, el argentino Jorge Sampaoli y el francés Zinedine Zidane, han abogado por el respeto y el espíritu deportivo en el deseo de una reconciliación que parece imposible.

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