No lo conseguirán. Por mucha fama, atención mediática o millones de euros alrededor, no habrá pareja de deportistas que logre convertir cada uno de sus enfrentamientos en una cuestión nacional. Ellos lo consiguieron, cuando correr era ponerse un par de zapatillas y tirar p'alante. En la década de los 80, el atletismo mundial cambió gracias a ellos y el británico directamente se paralizó: Sebastian Coe y Steve Ovett.

Su rivalidad dividió a todo un país y relegó al segundo plano del escenario al poderoso fútbol. Coe era educado, dulce y conservador. Ovett, rudo y arisco. Por mucho que les pese, siempre que se hable del uno, se hablará del otro.

Años después, Lord Sebastian Coe, cabeza visible del Comité Olímpico Británico, sigue siendo un gentleman, hábil dentro y fuera de la pista. Igual emula a Harold Abrahams volando en la Trinity Great Court Run (aquel patio de Cambridge en 'Carros de Fuego', aquellas 12 campanadas...) que se mueve entre corbatas y trajes, entre el 'hoy por mí y mañana por ti' para conseguir volcar los pronósticos y traer a Londres los Juegos Olímpicos, dejando con un palmo de narices el sueño parisino.

Las historias y leyendas sobre aquella votación y sobre las gestiones entre bastidores de Coe seguirán ocultas, porque él da la callada por respuesta. Solo reconoce algo: "En aquellos últimos seis meses no permanecí en mi casa más de dos días seguidos". De 116 miembros que tenía el COI por entonces (2005), Sebastian Coe visitó a unos...116. O eso dicen.

Y ahora, llegan sus Juegos y como entonces, no para quieto. Eso sí, tan brillante es como atleta como formal y diplomático en las entrevistas. Seguramente Ovett habría dado más juego.

¿Cuándo supo que su futuro estaría en el atletismo?

Cuando vi a John y Sheila Sherwood compitiendo en los Juegos de 1968, en México. Ellos me inspiraron.

¿Le apoyaron sus padres?

Absolutamente, mi padre fue mi entrenador y una figura clave en mi vida. El era ingeniero, estaba abierto a nuevas ideas y avances.

(Mucho más allá. Peter Coe, inteligente y autodidacta, diseñó un modelo perfecto para el atletismo de aquella época: Sebastian, su pequeño, al que literalmente reventaba en durísimas series, diurnas y nocturnas. Los resultados llegaron solos).

¿Qué carrera nunca olvidará?

Creo que los 1.500 metros de los Juegos de 1984, en Los Angeles. Defendía el título de Moscú. Nunca la olvidaré.

¿Puede darle a Madrid algún consejo para lograr los Juegos de 2020?

No hay Olimpiada igual a otra. Hay que coger lo mejor de cada una y juntarlo. Madrid es una gran ciudad para organizar los Juegos.

¿Cómo tratará su Comité con el dopaje?

Nosotros estamos trabajando duramente para conseguir que los Juegos de Londres sean lo más limpios posibles. Creo fuertemente que los atletas que han dado positivo no deberían competir. Cualquier cosa diferente enviaría un mensaje incorrecto a la juventud. No hay lugar para las drogas en el deporte.

¿Pueden los Juegos Olímpicos mejorar la economía de un país?

Creemos que los Juegos darán muchos beneficios económicos a Londres y a todo el Reino Unido. Según un estudio, esperamos que el gasto de la gente que venga a Londres llegue a un total de 750 millones de libras, el mayor gasto en la historia de unos Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Además, queremos que las instalaciones se utilicen después, queremos dejar un legado.

¿Les preocupan los problemas con el transporte, seguridad, conflictos?

Estamos preparados para eso. Hemos invertido 6,5 billones de libras para mejorar la capacidad de transporte. Hemos trabajado y seguimos trabajando con todas las instituciones para mejorarlo y que todo vaya bien. Con la seguridad pasa lo mismo, hemos hecho un gran esfuerzo conjunto con las autoridades para que tengamos unos Juegos seguros.

¿Quién será la gran estrella de los Juegos?

En cuanto a los atletas británicos, creo que Mo Farah, Jess Ennis, Dai Greene, Rebecca Adlington, Ellie Simmonds ...la lista es interminables! También hay otros atletas extraordinarios como Usain Bolt.

¿Y sobre los atletas españoles, qué?

Ustedes tienen grandes deportistas que estoy seguro lo harán bien. Y en Londres hay muchos españoles para apoyarles.