Pep Guardiola y Bernd Schuster vivirán el clásico en los banquillos del Camp Nou con la misma intensidad, pero con ánimos muy diferentes. El partido llega en el mejor momento para el de Santpedor y en el peor para el alemán. Así son los directores del clásico:

PEP GUARDIOLA. Tiene 37 años y sólo lleva seis meses al frente del Barça, pero en tan corto espacio de tiempo ha logrado transformar al equipo azulgrana. Los últimos años de penurias parecen lejanos ante el que muchos empiezan a considerar el mejor Barça de todos los tiempos.

Cuando Laporta designó a Guardiola como entrenador del Barça, muchos aficionados lo consideraron una apuesta arriesgada. El de Santpedor no había entrenador nunca en Primera División y su inexperiencia podía pasarle factura.

Sin embargo, después de un titubeante inicio, el equipo de Guardiola empezó a funcionar y a arrollar a sus rivales hasta situarse como líder destacado del campeonato. Su fútbol alegre, directo y efectivo ha calado en la afición culé y nadie duda de que Pep es el técnico ideal para el Barça.

Además, Guardiola ha logrado imponer una severa disciplina en el vestuario azulgrana después de los excesos cometidos en temporadas anteriores por figuras como Ronaldinho.

BERND SCHUSTER. Polémico, antipático y más cuestionado que nunca. El preparador alemán del Real Madrid vive sus horas más bajas y el clásico contra el Barça puede ser su último partido en el banquillo blanco, ya que una mala imagen podría provocar su destitución.

Schuster, de 48 años, nunca ha sintonizado con la afición del Bernabéu ni con la prensa. Su agrio carácter fue suavizado por sus éxitos deportivos al conquistar el pasado título liguero, pero ahora que los resultados no llegan se está volviendo en su contra.

El fútbol anárquico del Madrid, la falta de motivación de algunos de sus hombres y la mala imagen han puesto a Schuster contra las cuerdas, un entrenador que empezó con más currículum que Guardiola.

Schuster ha entrenador en Alemania, Ucrania y España. En nuestro país dirigió a Jaén, Xerez, Levante y Getafe. Con el club azulón logró sus mayores éxitos, disputando la final de la Copa del Rey. Su buena labor en el Getafe le sirvió para fichar por el Madrid.