Scarponi gana en el Mortirolo y Basso arrebata la 'maglia rosa' a David Arroyo

  • Basso llegó a meta con el ganador de la 19ª etapa y Nibali.
  • El español cedió 3'05 minutos y se queda a 51 segundos.
  • La ascensión al Mortirolo pasó factura en los corredores.
El ciclista italiano Ivan Basso, del equipo Liquigas, se enfunda la "maglia rosa" de líder de la general tras la decimonovena etapa del Giro de Italia.
El ciclista italiano Ivan Basso, del equipo Liquigas, se enfunda la "maglia rosa" de líder de la general tras la decimonovena etapa del Giro de Italia.
EFE
El ciclista italiano Ivan Basso, del equipo Liquigas, se enfunda la "maglia rosa" de líder de la general tras la decimonovena etapa del Giro de Italia.

El ciclista italiano Michele Scarponi (Androni) se impuso en la décimonovena etapa del Giro, disputada este viernes entre Brescia y Aprica, de 195 kilómetros, con el mítico Mortirolo a pocos kilómetros de la llegada, que pasó factura a varios corredores, entre ellos al español David Arroyo (Caisse d'Epargne).

El talaverano no pudo mantener el ritmo de los mejores y acabó cediendo el liderato de la ronda italiana en favor de Ivan Basso (Liquigas).

El vencedor de la etapa, Michele Scarponi, invirtió en el viaje 5 horas, 27 minutos y 4 segundos; mismo tiempo que sus compañeros de fuga Iván Basso y Vicenzo Nibali. El pelotón del líder llegaba a tres minutos y cinco segundos.

Ahora la general queda el italiano Iván Basso, vencedor en la edición del 2006, al frente con 51 segundos de ventaja sobre Arroyo y 2:30 con respecto a Vicenzo Nibali.

Demoledor

Los 12 kilómetros del Mortirolo, un puerto que no da tregua y asfixia a los más débiles, fue el escenario de la carnicería de la etapa. Lo iniciaron seis hombre destacados en cabeza: Garzelli, que venía de atrás, Failli, Samoilau, Bakelants, Duque y  Rodríguez, pero Garzelli no quiso compañía y se hizo el ascenso en solitario, a un ritmo trepidante, como el que le dio la victoria en la cronoescalada de Plan de Corones.

La batalla enseguida se desencadenó en el grupo del favorito. El Liquigas se encargó del destrozo progresivo. Puso a marcar ritmo de desgaste a la "máquina" polaca Sylverter Szmyd y enseguida se soltó el líder David Arroyo, que se soldó a la rueda de su compañero colombiano Rigoberto Uran, que le marcaba el paso. Carlos Sastre tampoco aguantó las primeras escaramuzas.

Cuando Szmyd acabó su trabajo, la etapa ya era gestión directa de Basso y Nibali, sólo acompañados por Michele Scarponi, el trío de los más fuertes en el coloso italiano, donde Indurain y Olano se dejaron las ilusiones cuando tenían la maglia rosa al alcance en los años 90.

El tridente italiano también quemó a Evans y Vinokourov, que se unieron a Sastre en la persecución, en un auténtico calvario por una nublosa pared con porcentajes de hasta el 18 por ciento de desnivel. Tras fulminar a Stefano Garzelli, el grupo de Basso cruzó la cima del Mortirolo en clara ventaja: 55 segundos sobre Vinokurov, 1.42 respecto a Evans y 1.56 de renta con David Arroyo.

El descenso resucitó a Arroyo. El talaverano se lanzó a tumba abierta en defensa de la maglia rosa. En un mar de curvas, rebasó a Evans y Sastre y se unió a Vinokurov, un reconocido especialista en bajadas. El líder del Caisse D'Epargne recortó un minuto al grupo de Basso, Nibali y Scarponi. Le sobró miedo al líder del Liquigas y a sus acompañantes en una bajada muy técnica donde un error es sinónimo de hospital.

Con Arroyo de nuevo en la pomada, faltaba el ascenso final a Aprica, 15 kilómetros apuntando de nuevo al cielo después del primer paso por la cima del mismo puerto, el Trivigno y el Mortirolo. El toledano y el kazako no iniciaron solos el asalto final, ya que se unieron Sastre, Evans y Gadret, el incansable francés del Ag2r.

Y pasó factura

Un nuevo y definitivo capítulo con las fuerzas mermadas, tanto en el trío de cabeza, que se entregó en el Mortirolo, como en el perseguidor, donde Arroyo apenas recibía relevos y se desquiciaba sin ningún tipo de colaboración. Menos de un minuto de retraso en el grupo del líder, a 9 kilómetros de meta.

Pero las diferencias se volvieron a disparar. Delante Basso, Scarponi y Nibali sacaron fuerza de la unión, y diferencias, pues a tres kilómetros de la cima el varesino era virtual maglia rosa con una ventaja de 2.40 minutos. En la persecución, Arroyo no encontró forma de que le tendieran una mano amiga. Tan resignado como entregado, el español se dedicó a subir a ritmo mientras le caía encima el reloj. Vio impotente cómo el liderato pasaba a ser un bonito recuerdo.

Basso quería la jefatura de la general y su equipo peleó por ello toda la jornada. Un día de desgaste en el que el Liquigas encontró petróleo. El varesino buscó el rosa y lo encontró. La jornada del Mortirolo hundió a Indurain, a Olano ....y a David Arroyo, quien ahora anhela un escalón del podio.

Este sábado se disputará la penúltima etapa entre Bormio y Ponte di Legno Tonale, de 178 kilómetros y el coloso del Gavia, como principal dificultad montañosa.

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