El ciclista asturiano Samuel Sánchez, toda una vida de naranja, es uno de los principales afectados por la desaparición del equipo ciclista Euskaltel. La formación vasca, en el que era el primer año de varios alejada de la tutela de la Fundación Euskadi, anunció en verano que dejaba el ciclismo, después se esbozó una continuidad ilusionante gracias a la aparición del proyecto de Fernando Alonso y esta tabla de salvación volvió a disiparse. Una montaña rusa de subidones y bajonazos con 29 ciclistas y un buen puñado de empleados, entre auxiliares y administrativos, pendientes de lo que pasaba. Pero no pasaba nada. "Y aquí estamos, aquí seguimos", dice el ovetense.

Sánchez, profesional desde 2000, campeón olímpico en los Juegos de Pekín 2008 ("ganas un día y puedes disfrutar durante cuatro años"), con éxitos anuales ininterrumpidamente desde 2004, espera esa llamada que le permita seguir en el pelotón. "Tenía dos años firmados con Euskaltel y a estas alturas te encuentras con una situación como ésta, sin nada. Y esperando a ver qué sucede". A sus 35 años, el ovetense se inicios clasicómanos y presentes más vueltómanos, es consciente de que el mercado de fichajes está mal. Su caso no es la excepción en un Euskaltel donde pocos han encontrado hueco. Mikel Landa se ha ido al Astaná. Mikel Nieve, al Sky. Juan José Lobato, al Movistar. Peio Bilbao, al Caja Rural. Son algunas excepciones.

"A Euskaltel no se le puede reprochar nada después de tantos años de apoyo al ciclismo y al equipo. Ha llegado un momento en el que han cambiado su estrategia y han optado por dejar el ciclismo. Pero Euskaltel lo ha hecho mal en la gestión final. Nos tenía que haber dejado salir mucho antes, darnos vía libre. Ahora estamos casi en diciembre, malísima fecha para negociar", comenta en comunicación con 20minutos.es. Algunos ciclistas rechazaron huecos en verano por confiar en la continuidad del proyecto.

"El momento no es fácil precisamente. Desaparecen equipos, los que siguen cada vez manejan menos presupuesto y también reducen sus plantillas". En el caso español el bajonazo ha sido mucho más acusado. "Y ese acelerón negativo debería hacer pensar en los despachos.  España es el mejor país según la clasificación de puntos de la Unión Ciclista Internacional y tiene al mejor ciclista según esa lista [Purito Rodríguez, por tercera vez]. Pero el año que viene ese país sólo va a tener un equipo en máxima categoría [Movistar], un equipo que además no tiene a los mejores ciclistas españoles". Un bajonazo universal que parece mucho más intenso en España. "Bueno, nada dura eternamente. Todo pasa. El ciclismo no es una excepción. Rafa Nadal no va a estar ahí siempre, la selección española no ganará mundiales y eurocopas siempre... Todo son ciclos. Es una ley de la vida".

¿No teme que en estas situaciones surjan aprovechados que se aprovechen de la situación para exprimir las condiciones de los ofrecimientos? "Después de 14 años no vamos a correr a cualquier precio. La trayectoria y el palmarés están ahí, los logros de toda una carrera se merecen, qué menos, ofertas con respeto", indica Sánchez, quien en 2013 sumó un triunfo en una etapa de montaña del Dauphiné. ¿Baraja una retirada? ¿Se marca un plazo concreto, un 'espero hasta aquí' y luego nada? "Pues no me gustaría. Y la verdad, no quiero pensar en decir adiós. Ahora mismo me tengo que centrar en el día a día y ver cómo evolucionan los acontecimientos. Ya habrá tiempo para pensar estas cuestiones", admite.