La esquiadora española María José Rienda se despidió a las primeras de cambio de los Juegos Olímpicos de Vancouver, que se disputan hasta el próximo 28 de febrero, tras no poder clasificarse a la segunda ronda de las eliminatorias de la prueba de gigante al igual que sus compañeras Carolina Ruiz y Andrea Jardí.

La granadina, de 34 años, que cumplía su quinta participación olímpica, con una meritoria sexta plaza en el gigante de Salt Lake City 2002 como mejor resultado, completó el recorrido con un discreto registro (1:21.22) en cuadragésima quinta posición, corroborando su dubitativo estado de forma actual.

Por su parte, Carolina Ruiz, que fue decimoquinta en descenso y decimoctava en supergigante, terminó en el trigésimo quinto puesto (1:19.17), mientras que la última de la nacionales en liza, la debutante Andrea Jardí, completó su estreno olímpico en cuadragésimo segundo lugar (1:20.41).

El mejor tiempo registrado recayó en la austriaca Elisabeth Goergl, quien con un descenso agresivo superó al resto de favoritas al marcar un cronómetro de 1:15:12, apenas dos centésimas inferior al establecido por la francesa Taina Barioz, segunda, y dieciséis con su coterránea Kathrin Zettel, tercera.

Vonn y Mancuso, fuera por una caída

Asimismo, el grupo de favoritas no pasó apuros para clasificarse para la segunda tanda, destacando el trío alemán compuesto por Viktoria Rebensburg, María Riesch y Kathrin Hoelzl, la sueca Anja Paerson, o la italiana Manuela Moelgg.

Por su parte, las norteamericanas Lindsey Vonn, oro en la prueba de descenso y bronce en supergigante, y Julia Mancuso, campeona olímpica de la especialidad en los pasados Juegos de Turín de 2006, no superaron el corte tras protagonizar una caída --su segunda tras la sufrida el pasado jueves en la final de la supercombinada-- y tras completar un mal recorrido, respectivamente.