El Reus permitió que durante su partido de la Liga 123 ante Osasuna del 23 de septiembre se desplegase en las gradas de su estadio una gran senyera de 85 metros de longitud, y eso le ha costado un expediente disciplinario por parte de la Real Federación Española de Fútbol, tal como cuenta L'Esportiu.

Desde la Federación consideran que esa muestra, así como los gritos de "independencia" durante el encuentro, pueden suponer una falta por "violencia, racismo, xenofobia o intolerancia".

Fue el comité de árbitros quien hizo llegar los acontecimientos a la RFEF, que posteriormente procedió a abrir un expediente calificado como "extraordinario". El citado diario explica que todos esos pasos se han dado a pesar de que el delegado arbitral solo tiene como labor supervisar precisamente la actuación del colegiado.

El Reus elaboró esta bandera junto a miembros de la ANC para presentarla días antes de la celebración del referéndum del 1-O.