El CSKA somete al Real Madrid en el penúltimo partido del 'Top 16' de la Euroliga de baloncesto

  • El CSKA no ofreció rendijas, mostró su solidez y obligó a su rival a dar más de sí.
  • Será la próxima semana cuando el Madrid defina su posición de cara a los cuartos.
  • Mejoró su actuación tras el descanso, pero fue una reacción demasiado tardía.
El jugador del Real Madrid Marcus Slaughter (dcha) lucha por el balón con Nenad Krstic del CSKA Moscú (izda) durante el partido de Euroliga.
El jugador del Real Madrid Marcus Slaughter (dcha) lucha por el balón con Nenad Krstic del CSKA Moscú (izda) durante el partido de Euroliga.
EFE
El jugador del Real Madrid Marcus Slaughter (dcha) lucha por el balón con Nenad Krstic del CSKA Moscú (izda) durante el partido de Euroliga.

El CSKA de Moscú se ha vengado del Real Madrid en el penúltimo partido del 'Top 16' de la Euroliga (81-72) gracias a una excelente primera mitad de los rusos en la que sometieron a los pupilos de Pablo Laso (-16 puntos), por lo que será la próxima semana cuando el líder de la Liga Endesa defina su posición de cara a los cuartos de final.

El Real Madrid, que ni siquiera pudo mantener el 'basket-average' a favor, mejoró su actuación tras el descanso, pero fue una reacción demasiado tardía como para derribar la ventaja construida por los de Ettore Messina. La fiereza de Sonny Weems y la muñeca de Milos Teodosic terminó por condenar a los blancos, que nunca llegaron a ver la luz al final del túnel.

El conjunto de Laso tuvo un mal comienzo. Una mezcla provocada por sus errores y por el acierto de los rusos, evidenciado en manos del serbio Teodosic (10 puntos en el primer asalto), que castigó sin piedad a los merengues, desaparecidos en ambas zonas y obsesionados con su habitual lanzamiento desde el perímetro.

El marcador reflejó con exactitud la superioridad (17-6, min.6) de los locales, que no bajaron su ritmo en ningún momento. De hecho, el CSKA dominaba todas las estadísticas, a excepción de la casilla de pérdidas, que arriconaba a los españoles en la transición al campo contrario. Nada le salía al Madrid, cuyos artilleros más en racha (Llull y Carroll) aún no habían anotado. El mallorquín, incluso, se fue de vacío.

Antes de alcanzar el descanso, el Real Madrid volvió a sufrir un bajón importante, sobre todo por los desajustes en defensa. Un parcial de 7-0 elevó la diferencia a los 15 puntos, colchón que se mantuvo al término de los dos asaltos iniciales. El CSKA no ofreció rendijas, mostró su solidez y obligó a su rival a dar mucho más de sí.

Fue entonces cuando el Madrid cambió su discurso y se apoyó en Rudy Fernández, el mejor en los españoles. El escolta balear, muy 'enchufado' desde la línea de tres, culminó un 0-9 para los suyos que devolvió la esperanza, principalmente, de mandar al carajo el 'basket-average'. El triunfo en el Palacio fue por ocho y los de Laso no quería meterse en más líos.

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