Nunca se vio, o se recuerda recientemente, nada igual en el Real Madrid.

A pesar de ir líder con seis puntos de ventaja respecto al Barça, el Madrid decidió que nadie hablaría en representación del club tras el empate a uno en El Madrigal.

El jefe de prensa del Villarreal aseguró que, desde el Real Madrid, se le informó de que nadie iba a hacer declaraciones en la sala de prensa a lo que Lotina, técnico amarillo, cuando se le preguntó por esta decisión, se limitó a indicar que defiende al Villarreal y que no tiene nada que opinar o criticar al respecto.

El equipo técnico y los jugadores del Madrid, molestos por el arbitraje de Paradas Romero en El Madrigal, decidieron no acudir a la rueda de prensa posterior al partido para demostrar su enfado con el colegiado. Incluso, el portugués Cristiano Ronaldo abandonó el terreno de juego tras el pitido del árbitro gritando "robar, robar, solo robar".

Solo Marcelo habló, pero solo en el césped y ante los micrófonos de La Sexta, canal que tiene los derechos de emisión del partido.

Ni Mourinho, ni Karanka, ni los jugadores hablaron tras el lío de Villarreal, en un hecho del que no se recuerdan precedentes en el club de Chamartín y que daña mucho la imagen del club más laureado del mundo.

Una ley del silencio que impone el Real Madrid y que coincide con los peores momentos del equipo en Liga.