El tenista español, Rafa Nadal, ha contestado este martes a todo tipo de preguntas que le ha formulado Ramón Rovira en el encuentro que ha organizado el Banco Sabadell en el CCIB del ForumCon. El manacorense ha hablado sobre su estado de forma y sobre su futuro profesional; pero también ha mostrado su punto de vista sobre la situación política actual que se está viviendo en España y el futuro de Cataluña, según informa La Vanguardia.

Preguntado sobre cómo visualiza el proceso soberanista, Nadal se ha mostrado comprensible con los que piden la independencia. "No soy dudoso, nadie puede pensar que soy de la España profunda. No, soy de Mallorca, hablo el mismo idioma —en el evento se ha expresado en mallorquín—, tengo dos pisos en Barcelona y me siento muy cercano a Cataluña", ha declarado el tenista. Ahora bien, tampoco entiende "tanto problema, tanta confrontación" porque —piensa— "cada uno debe ser libre de sentir como quiera. Si yo quiero ser algo no es que odie a los de enfrente".

Sobre sus gustos y preferencias al respecto se ha manifestado en contra de la independencia a pesar que dice que la respeta: "A mí, como español balear, no me gustaría que Cataluña fuese independiente; querría que continuase dentro del Estado, del territorio español, porque siempre lo he vivido así. No lo visualizo y no me gustaría. Quiero a Catalunya, a España y a Baleares. Entiendo que todo es lo mismo y quisiera que continuase así siguiera, pero si sucede contrario, lo aceptaré".

Respecto a la situación política en general del país, el tenista ha dicho que ve los casos de corrupción "como todos los ciudadanos": "Lo veo igual de mal que cualquiera aun desde mi perspectiva, la de alguien con la vida muy bien encaminada y con menos frustración que quien vive llegando a fin de mes con un sueldo muy justo".

Asimismo, Rafa Nadal pide a los líderes políticos que terminen "con la gente dispuesta a hacer trampas y con quienes no hacen el trabajo que tienen que hacer para que el país vaya mejor". Además insta a los partidos a que mejoren porque "muchas veces hacen lo máximo para seguir gobernando en lugar de hacer lo necesario para que el país vaya mejor".

"Tenemos problemas, sí, pero no somos el único país del mundo. Otros que eran ejemplo de seriedad también tienen sus corruptos y sus tramposos pero no lo airean. Debemos solucionar nuestros problemas y vender que somos un gran país, que lo somos. Eso genera confianza en exterior", finaliza el tenista balear.