El expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla se avergüenza del "peloteo" y el "papelón" que hizo para recibir al comprador del Racing, Ahsan Ali Syed, que resultó ser un "pufista", pero ha recalcado que no le ha "regalado nada" y que su Gobierno intentaba evitar la "desaparición" del club.
En su comparecencia en la comisión creada en el Parlamento de Cantabria para investigar la gestión de la empresa pública Cantur –que tenía una prenda sobre las acciones del Racing–, Revilla ha explicado que Ali llegó a través del entonces presidente del club, Francisco Pernía, y avalado por Credit Suisse.
A la vista de los hechos, admite que fue un "error", porque les presentaron al empresario "como un millonario" y resultó ser un "pufista". Pero ha subrayado que "todo el mundo picó", y ha recordado, de hecho, el recibimiento que se le hizo en el Ayuntamiento de Santander o el foro en el que participó ante distintos representantes de la sociedad cántabra.
"Le hago un peloteo (a Ali) como se lo he hecho a cantidad de gente y me arrepiento ahora", ha comentado el líder regionalista. Ha destacado que lo hizo porque Pernía defendió la solvencia del comprador y le pidió que no le "espantara", ya que Alí se había molestado al leer en prensa algunas de sus declaraciones.
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