Este sábado se produjo un tenso partido entre el Manchester City y el Chelsea, con victoria de estos últimos por 1-3 sobre unos 'citizens' que acabaron con nueve jugadores. En el partido hubo una tángana final, pero las aguas volvieron a su cauce. No obstante, se pudo ver una insólita escena: como Pep Guardiola, entrenador del City, negó el saludo a Cesc Fàbregas, medio del equipo londinense.

Los jugadores de ambos equipos estaban saludándose al acabar el encuentro y Guardiola se metió en los corrillos para saludar a su jugador Kolarov, inmediatamente después, se vio frente a frente con dos de los jugadores españoles del Chelsea, César Azpilicueta y Cesc Fàbregas. Este último fue pupilo suyo un año en el Barça.

Cesc alzó la mano para saludarle pero Guardiola pasó entre él y Azpilicueta, sin mirarlos, y rozando con el hombro al atónito jugador de Arenys de Mar.