La tecnología aplicada al deporte nos está permitiendo deleitarnos en los últimos tiempos con imágenes a cámara superlenta. Un ejemplo ha ganado notoriedad esta semana coincidiendo con el inicio de Wimbledon, con la grabación de un saque de tenis que permitía apreciar cómo se deformaba la bola en el contacto con la raqueta.

Las imágenes, grabadas a 6.000 fotogramas por segundo y colgadas en Youtube hace ahora un año, son espectaculares. Durante el contacto con el cordaje de la raqueta, la pelota se deforma hasta el punto que casi queda en nada.

Ese contacto dura, según explican en el Huffington Post, cinco milisegundos en la velocidad de este saque, 228 kilómetros por hora.

Para hacernos una idea de la aceleración que experimenta la pelota de tenis, el doctor Simon Foster, astrofísico del Imperial College de Londres asegura que supone cincuenta veces mayor que la gravedad del Sol.