"Bryant es el número uno y el líder del equipo, pero Pau, por su carácter y estilo de juego, es el líder oculto", así de claro lo tiene Agustí Gasol, padre de Pau y uno de los responsables directos de la educación del que se ha convertido en el único español hasta la fecha en proclamarse campeón de la NBA.

Desde pequeño aprendió que el baloncesto era un hobby y que el esfuerzo trae implícito el reconocimiento, algo que no pudo averiguar en su precoz paso por la ACB y que ha vivido de lleno en su trayectoria en la NBA en la que ha tenido que remar contracorriente.

Apenas dos años tardó en superar las categorías inferiores del FC Barcelona para que, a los 18 años, debutara con el primer equipo con el que se proclamó en dos ocasiones campeón de Liga ACB (1998-1999 y 2000-2001) y una vez campeón de la Copa del Rey (2001). El talento rezumaba desde sus primeras apariciones y fue en la temporada 2000-2001 cuando su consagración llegó adornada por un doble MVP en Liga y Copa y el salto a la NBA vía Draft (3ª posición por Atlanta Hawks).

Nueve temporadas más tarde ha conseguido el anillo, pero el camino ha sido cuanto menos complicado, tras jugar durante más de siete de éstas en un equipo NBA humilde (Memphis Grizzlies), con roles preestablecidos y después de curtirse en mil y una batallas perdidas. Aún así, al sufrimiento le sacó partido y logró convertirse en el mejor Rookie del año (2002), participar en su primer All Star (2006) y acceder en tres ocasiones a la primera ronda de Playoffs.

La suerte cambió el 1 de febrero de 2008 con la oportunidad de vestirse del color dorado ganador de los Lakers, en el que para muchos ha sido "uno de los mejores traspasos en la historia de la NBA" (LeBron James). La asociación con Kobe Bryant no tardó en llegar, Pau se adaptó muy rápido a las nuevas costumbres y al esquema de Phil Jackson, y la ambición del equipo volvió a aparecer. Pau estaba más cerca de su sueño: ganar el título.

Jugando de pívot por la lesión de Bynum y con Bryant y Odom como puntas del triángulo ofensivo del equipo, Pau se ganó el respeto y disputó por cuarta vez unos Playoffs, esta vez llegando hasta la final ante Boston Celtics y con la relevancia de militar en uno de los grandes. Pero el equipo no estaba maduro aún, la solvencia del español en defensa seguía en entredicho y sólo Kobe abanderaba a un equipo que no merecía el anillo.

Pero un año ha bastado para que el gran jugador se haya convertido en estrella de la NBA: de ser completo, a ser decisivo. Ese es el balance que debe hacer Pau Gasol, después de haber demostrado que puede jugar de cuatro o de cinco, que sabe dominar a jugadores grandes o pequeños (caso de Denver Nuggets u Orlando Magic) y que su capacidad ofensiva gana enteros cuando los partidos requieren de su aportación.

Ya nadie discute su talento reboteador, ni su capacidad creativa a la hora de repartir juego. A sus 28 años, el de Sant Boi disfruta de la admiración de entrenadores, jugadores y aficionados (es el noveno jugador de la NBA que más camisetas vende), y se ha convertido en un fijo en el esquema de Phil Jackson (entrenador de los Lakers y poseedor de diez anillos NBA).

Además, sus números esta temporada en la fase regular avalaron su segunda participación en el fin de semana de las estrellas (All Star de Phoenix): 37 minutos por encuentro en 81 disputados, 18.9 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 1 tapón.

Uno de los júnior de oro y jefe de la selección

Otro de los papeles fundamentales de Pau Gasol se ha desempeñado con la camiseta de España, al formar parte la generación de los júnior de oro con los que se proclamó campeón de Europa en Varna (1998) y campeón del mundo en 1999 (Lisboa), tras derrotar en la final a Estados Unidos.

Con la selección absoluta, los registros de Pau no son menos espectaculares, después de convertirse en el referente del equipo y haber conseguido cinco medallas (un oro en el Mundial de Japón 2006, dos platas en los Eurobasket de España 2007 y Suecia 2003, un bronce en el Eurobasket de Turquía en 2001 y una plata en los JJ OO de Pekín 2008).

En lo personal, Pau fue elegido MVP del Mundial de Japón (2006) e integrante del mejor quinteto del torneo, al margen de recibir junto a todo el combinado nacional el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes ese mismo año. Además, la FIBA le nombró mejor jugador europeo de 2008.