El Alcorconazo no se le olvidará a nadie y se ha quedado en el vocabulario popular para señalar una gran victoria, totalmente inesperada, de un equipo inferior sobre otro mucho mejor. La palabra recuerda el día que el Alcorcón, equipo de Segunda B, eliminó al Real Madrid de Pellegrini en la primera ronda de la Copa del Rey de 2009. En versión femenina y sobre patines, las chicas del Club Patín Alcorcón han coseguido un triunfo parecido: ganar la primera Copa de Europa de su historia en territorio enemigo.

A 60 kilómetros de Burdeos, las alcorconesas derrotaron en las semifinales al equipo anfitrión de la Final Four, el Coutras, y en la final a otro equipo galo, el Noisy Le Grand, que, como nos recuerda el entrenador, Erick Naser, "es media selección francesa". Un triunfo liberador, ya que habían perdido la final de 2010 y otras dos Copas de la Reina, la última, el año pasado.

Su nombre de guerra es el de Espartanas, en homenaje a los soldados del cómic guiados por Leónidas, y posterior película, 300. Sin embargo, algo les diferencia: la victoria.

"Vimos la película y se le ocurrió a Teresa, la otra portera. Mi madre, que antes era la coach del equipo, dijo que estaba muy bien que quisiéramos ser como ellos, pero que acaban muriendo en la guerra, así que nos dijo que cogiéramos lo mejor de ellos –lucha, fuerza, compañerismo...-, pero que nosotras teníamos que ganar", recuerda Marianna Vélez, guardameta del Patín Alcorcón.

La capitana María Del Moral, Delmo, añade: "En los viajes vemos la película siempre. No estamos cansadas de ella, pero hay diálogos que ya nos sabemos de memoria. Motiva mucho. Antes y después de los partidos, también gritamos como los espartanos: ¡Auh, auh, auh! He aprendido que empiezas a ganar cuando estás preparado para ello. Nos ha llegado en el mejor momento de juego y como compañeras-amigas".

El éxito continental del equipo, que marcha 6º en la OK Liga femenina, engrandece los esfuerzos que deben hacer las chicas para practicar hockey sobre patines.

"Cobrar no cobramos. Al contrario, tenemos que pagar por jugar 35 € euros al mes y nuestro propio material. El stick son 70 euros, otros 70 de ruedas, los patines 300 y vas sumando, guantes...", cuenta Delmo, nacida en Igualada.

"Entre rodilleras y espinilleras son otros 120. Al final, de 600 para arriba. Además, las porteras llevamos peto y un casco para la cabeza", añade Marianna, de origen colombiano, concretamente, de Medellín.

El hockey patines puede parecer peligroso para las porteras, pero la del Alcorcón puntualiza: "Nosotras vamos más protegidas y recibimos más, pero las jugadoras son las que se ponen delante cuando alguna rival chuta y se llevan el bolazo. Y, si no, que os lo cuente Delmo...".

"Soy la única de la Ok Liga que juega con casco. Me han roto los dientes cinco veces, y me los he tenido que pagar yo, el pómulo, la nariz, me han abierto la ceja, la frente… Todo, en dos años, así que decidí ponerme casco porque me planteé dejar el hockey. Al principio, parecía un poco ridículo, pero ahora voy cómoda. De todas formas, yo soy gafe. No es lo más normal…", asegura la capitana. Acto seguido, Marianna añade: "Las bolas tienen predilección por ella".

La media del equipo es de 18 años. Las más jóvenes tienen 15 y la mayor, Delmo, 29. "Hay futuro", responden al unísono. Y más si la diferencia de edad no se nota. "Delmo es una más y lo pasamos genial juntos. Además, cuando se tiene que poner seria, lo hace", dice la portera, de 17 años. "No me siento la más seria. Es más, intento amoldarme a ellas para que estén bien", comenta María.

¿Y la copa? ¿Dónde está? Responde el entrenador chileno del equipo, Erick: "La tendrá guardada bajo cuatro o cinco llaves el presidente", Chiqui Rodríguez, el hombre que fundó hace 30 años el mejor equipo de Europa femenino de hockey sobre patines.