La investigación sobre los supuestos intentos del expresidente del Osasuna por amañar partidos durante la pasada campaña sigue salpicando a más equipos. Si este martes se publicó que se investigaba el Osasuna-Espanyol, ahora se sospecha que los directivos del equipo navarro intentaron también comprar al Betis, a través de dos jugadores, según informó este miércoles El Larguero, de la Cadena Ser.

Según dichas informaciones radiofónicas, los navarros habrían contactado con los jugadores Jordi Figueras y Antonio Amaya para ofrecerles dinero para que ganaran al Valladolid en la penúltima jornada de campeonato y, si fuera preciso, se dejaran ganar ante Osasuna en el siguiente encuentro. Durante aquel partido se produjo una avalancha con heridos, como se puede ver en la fotografía que ilustra la información.

El encuentro entre los futbolistas y los directivos del club navarro habría tenido lugar en un restaurante madrileño y habrían pactado un total de 250.000 euros por ganar al Valladolid. No se pactó cantidad alguna por el partido siguiente, aunque, según las informaciones de la Cadena Ser Figueras sí reclamó un pago.

El Betis, ya descendido, ganó al Valladolid (4-3) y perdió ante Osasuna (2-1), aunque los resultados no valieron al Osasuna para perder la categoría.

Uno de los jugadores, Amaya, aseguró a la Ser que las informaciones eran "mentira". " Yo no me reuní con directivos de Osasuna. Eso es mentira, no sé ni para que me llamáis. El equipo no se vendió ni nada", aseguró el futbolitas.

La información de la venta vendría del exgerente de Osasuna, Ángel Vizcay,  que reconoció en su día ante la Liga de Fútbol Profesional que la directiva del club navarro había ofrecido una cantidad de dinero a dos jugadores del Betis.

Según informa la prensa local, la declaración de Vizcay ante la LFP fue grabada en vídeo. Los hechos habrían sucedido cuando Miguel Archanco presidía Osasuna y se intentó con amaños evitar el descenso.

Tras la dimisión de la directiva de Archanco fue el propio Osasuna el que trasladó a la Liga la existencia de salidas de dinero sin justificar, lo que ha llevado al Consejo Superior de Deportes a decidir auditar los tres últimos ejercicios.

En concreto son 2,4 millones de euros los que el equipo de Archanco no justificó antes de dejar el club, de los que 900.000 euros corresponden al parecer a un pago a dos agentes inmobiliarios y el resto fue a una sociedad en un paraíso fiscal.

En el punto de mira está el partido Espanyol-Osasuna, disputado en la penúltima jornada de la pasada liga, que finalizó con un empate (1-1), lo que dio a Osasuna opciones de cara al último encuentro de la temporada y al conjunto catalán le supuso la salvación.

La LFP comenzó a investigar este encuentro después de conocer que hubo en el extranjero una apuesta de 240.000 euros a favor de que el partido concluyera con el empate a un tanto.

El Real Betis ha asegurado en un comunicado, "tras tener conocimiento de la información publicada en los medios de comunicación sobre la investigación de diversos partidos disputados en la temporada anterior", que este club "ni ha participado ni participará" en estos asuntos.

La entidad sevillana apunta en su escrito que "no tenía el más mínimo conocimiento, ni ha participado ni participará, ni ahora ni nunca, en ningún acto por mínimo que sea que atente contra la integridad de la competición".