El español David Ferrer, segundo cabeza de serie, avanzó este jueves a los cuartos de final del Abierto de Río de Janeiro tras el abandono del holandés Thiemo de Bakker por problemas estomacales, en tanto que su compatriota Tommy Robredo, tercer favorito, fue eliminado en octavos de final.

Ferrer, que en cuartos se medirá con el argentino Juan Mónaco, consiguió una victoria fácil tras el abandono de su rival, aunque mientras estuvo sobre la tierra el holandés no se lo puso nada sencillo al alicantino quedando el marcador final en un 7-6(8) y 2-0, tras una hora y 13 minutos.

Sin ninguna ruptura de servicio en toda la primera manga, el set tuvo que ser decidido en un 'tie break' en el que Ferrer fue más efectivo en sus servicios directos.

Lo que parecía que sería un partido bastante largo y disputado terminó cuando De Bakker acusó problemas estomacales y abandonó la cancha de tierra batida del único torneo ATP 500 de Sudamérica.

El rival de Ferrer en cuartos, el argentino Juan Mónaco, volvió a alcanzar los cuartos de final del Abierto de Río por segundo año consecutivo tras vencer al finlandés Jarkko Nieminen.

Robredo, tercer cabeza de serie en Río y actual número 18 de la ATP, cayó con relativa facilidad ante el austríaco Andreas Haider-Maurer, que obtuvo así el pase a los cuartos de final del torneo disputado en pistas de tierra batida.

El español partió como favorito, pero fue Haider-Maurer quien se alzó con la victoria en la pista central del Jockey Club en una hora y ocho minutos, por 6-3 y 6-2, en un partido dominado desde el inicio por el austríaco, 74 de la ATP, gracias a un tempranero 'break' en la primera manga.

Robredo, que fue a remolque durante todo el partido, tiró de garra en el segundo set, en el que llegó a salvar 5 puntos de juego, pero acabó claudicando ante la superioridad de su rival.

Haider-Maurer se jugará el pase a semifinales ante el brasileño Joao Souza que derrotó al esloveno Blaz Rola por un ajustado marcador de 6-4, 7-6(9) y 6-4, en un intenso partido de tres horas y dos minutos

El ganador del Abierto de Río de Janeiro, que es un torneo del circuito ATP 500, se llevará un premio en metálico de 316.400 dólares y 500 puntos.