Comenzó el espectáculo de la NBA con la 61ª edición de la temporada regular donde los Heat de Miami fueron los grandes protagonistas. Recibieron los anillos de campeones, pero también una tremenda paliza de los Bulls (108-66) y muchos pitos del público.

Fue una humillación total en su propia cancha, es la derrota más abultada en la historia de la NBA de un equipo que defiende su título en el primer partido. La peor marca anterior era la de los Lakers de Los Angeles, que perdieron por 132-117 ante los Warriors de Golden State en octubre de 1982.

Pat Riley: "No hicimos ni defensa ni ataque"

"No hay ninguna excusa, simplemente no salimos a jugar porque no hicimos ni defensa, ni ataque ni ejecutamos bien", declaró el entrenador de los Heat, Pat Riley. "Es algo muy negativo para todos nosotros".

Todo lo sucedido ante los Bulls, dan base a los que creen que su título no fue porque eran los mejores, sino porque los Pistons y los Mavericks se lo pusieron muy fácil.

La imagen que han dado los campeones en el primer partido de liga, al margen de lo que luego puedan hacer en el resto de la temporada, ha sido deplorable, y sólo se ha salvado su estrella, el escolta Dwyane Wade, que anotó 25 puntos (10 de 15 tiros de campo, incluidos 2 de 3 triples), pero fue el único que logró doble dígitos.

Shaquille O'Neal dejó claro que está más centrado en su labor de policía aficionado que en el juego: en 25 minutos aportó sólo siete puntos (3 de 10 tiros de campo y 1 de 2 desde la línea de personal), cinco rebotes y un tapón.

Todo lo negativo que mostraron los Heat lo tuvieron de positivo los nuevos Bulls, que con la incorporación del pívot Ben Wallace, como siempre intratable bajo los aros, y el baloncesto arrollador del base Kirk Hinrick junto con el escolta Chris Duhon, de sexto jugador, estuvieron de principio a fin arrolladores.

Lamar Odom se lleva los elogios con los Lakers

El alero Lamar Odom fue el gran líder, con 34 puntos y 13 rebotes, para que los Lakers de Los Angeles, sin su estrella Kobe Bryant, comenzasen la temporada con un triunfo brillante por 114-106 frente a los Suns de Phoenix, uno de los favoritos.

"Lamar es consciente de la importancia que tiene su aportación al equipo y la capacidad de liderazgo que debe mostrar en cada partido", comentó Phil Jackson, quien estuvo ya en el banquillo tras su recuperación por la operación de cadera.

Bryant ya comentó antes del partido que sentía dolores aún en su rodilla y no iba a jugar. Para el siguiente partido tampoco podrá estar.