Rafa Nadal restó importancia a la lesión que padece -fisura por sobrecarga en su pie izquierdo- desde hace varios años a pesar de que su tío y entrenador Toni Nadal la calificó como grave.

"Tengo la misma lesión que la del 2005, no hay nada más, es la misma que me impidió competir en la Copa Masters de Shanghai y luego en el Abierto de Australia. Desde ahí he competido dos años al máximo nivel y mejor que lo había hecho anteriormente. No me ha impedido ser el número dos del mundo y seguir ganando seis torneos y jugar al máximo nivel", manifestó el tenista a RNE.

Lo cierto es que hace unas semanas, él mismo reconoció que en realidad era mejor tenista de lo que demuestra, pero que por culpa de esa lesión no puede correr en condiciones".

Motivos de confianza

No obstante, hay motivos para confiar en que Nadal llegue algún día ser el mejor. O, al menos, a mantener el nivel que ahora demuestra.

El de Manacor es el jugador que más partidos (nada menos que 103) ha disputado durante la temporada que acaba de concluir, solo viéndose superado Djokovic (104 partidos).

En tierra batida siegue siendo el rey, haciéndose con los títulos más importantes.

Además, no ha perdido su espítiru ganador, ese que le ha llevado a remontar partidos imposibles y a ganar incluso torneos. Es indudable también que Nadal ha mejorado en muchos aspectos de su tenis, no sólo en su portentoso físico. El saque o su colocación en la pista son detalles que ha ido mejorando el de Mancor y que, en un futuro no muy lejano, pueden hacer que llegue al tan ansiado número uno de la ATP... si la lesión lo permite.