Los nadadores estadounidenses inventaron el asalto tras una noche de "fiesta"en Río

El nadador estadounidense Ryan Lochte y tres de sus compañeros inventaron un rocambolesco asalto a punta de pistola en Río de Janeiro para justificar los excesos de una noche de juerga que terminó con destrozos en una gasolinera próxima a la Villa Olímpica.

La investigación de la policía brasileña ha demostrado que el asalto nunca se produjo y la Justicia brasileña les ha imputado este jueves por "falsa comunicación de crimen".

Fuentes de la investigación confirmaron que Lochte, que ya se encuentra en territorio estadounidense, y Feigen, quien fue escuchado la noche de este jueves en una comisaría de Río de Janeiro, deberán responder ahora a la Justicia brasileña.

El jefe de la Policía Civil de Río de Janeiro, Fernando Veloso, confirmó por su parte que Feigen y sus abogados se presentaron la noche del jueves a las autoridades para dar su versión de los hechos

Lochte y Feigen fueron imputados momentos después de que la Justicia autorizara la salida del país de otros dos nadadores estadounidenses envueltos en el caso, Gunnar Bentz y Jack Conger, a quienes les fueron devueltos sus pasaportes y deberán regresar a Estados Unidos en las próximas horas.

Lochte, James Feigen, Gunnar Bentz y Jack Conger dijeron haber sido víctimas de un asalto a punta de pistola por hombres que vestían uniformes de policía tras salir de una fiesta en la madrugada del pasado domingo.

La investigación demuestra que los deportistas acudieron a una fiesta en el barrio de la Lagoa, donde habrían estado con tres mujeres jóvenes -a quienes busca la policía-, y antes de regresar a la Villa Olímpica, en Barra de Tijuca, tomaron un taxi y pararon en una gasolinera. Así lo explicó este jueves Fernando Veloso, el jefe de la policía civil de Río de Janeiro, en una multitudinaria rueda de prensa, la más numerosa que han vivido los Juegos de Río.

Bebidos y alterados

Los deportistas estaban bebidos y alterados, según los testigos, y realizaron destrozos en el baño y otras instalaciones de la gasolinera, lo que obligó a los empleados a intervenir y avisar a la policía militar y a los guardias de seguridad.

Los guardias trataron de retenerlos a la espera de la policía, pero los nadadores se les enfrentaron y uno de ellos les apuntó con una pistola.

Finalmente, pagaron 20 dólares y 100 reales (unos 33 dólares) por los destrozos, subieron al taxi y regresaron a la villa olímpica, según relató el jefe de la policía.

Veloso subrayó que, pese a que uno de los guardias de seguridad les apuntó con su arma, "no hubo ningún tipo de violencia con los atletas" ni abuso de autoridad.

La investigación policial, las imágenes de los vídeos de la gasolinera y la Villa Olímpica confirman que no existió asalto alguno, insistió.

Ellos lo admiten

Además, las declaraciones prestadas ante la policía brasileña por dos de los nadadores involucrados, Gunnar Bentz y Jack Conger, ratifican las conclusiones de la investigación.

Este jueves, la Justicia brasileña ha autorizado la salida del país de los nadadores estadounidenses Gunnar Bentz y Jack Conger, quienes, previsiblemente, regresarán a su país en las próximas horas tras declarar ante la policía.

La Justicia había prohibido el miércoles la salida del país de los cuatro deportistas, pero Lochte ya había viajado a Estados Unidos y Feigen se encuentra en paradero desconocido. La policía sacó la noche de este miércoles de un avión a Bentz y Conger cuando se disponían a regresar a EE UU para que prestaran declaración.

Los nadadores abandonaron la delegación tras cerca de tres horas en medio de una nube de periodistas y curiosos que les pidieron una disculpa -que no dieron- y les increparon con gritos de "vergüenza" y mentirosos.

"Se estaban divirtiendo, la vida sigue"

Aunque se negaron a declarar en la comisaría del aeropuerto, acudieron de nuevo a testificar y cooperaron con la policía local.

Veloso apuntó que, después de prestar declaración, no ve motivos para mantener la prohibición de que abandonen el país, pero "es una decisión de la Justicia".

Mario Andrada, portavoz del comité organizador de los Juegos de Río, se limitó este jueves a comentar que los deportistas "estaban divirtiéndose, haciendo una fiesta, la vida sigue".

Mientras, el escándalo ha provocado ya un intensa reacción en las redes sociales, donde se multiplican las críticas contra Lochte, el más popular y considerado el "cerebro" de la invención del asalto, porque fue quien lanzó esa versión, y que además mantiene contratos millonarios con reconocidas firmas asociadas al deporte.

Tras el escándalo, que primero puso en evidencia a Brasil en las primeras páginas de la prensa mundial y ahora está poniendo en apuros a Lochte y sus compañeros, el jefe de la policía de Río considera que los deportistas deben, al menos, una disculpa al pueblo brasileño.

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