Nacho Coque, una estrella a la sombra de gigantes

  • El preparador físico de la selección española de basket examina a sus 'chicos'.
  • "Han venido muy saturados, pero estarán a tope para los Juegos", dice Coque.
  • Especial Juegos Olímpicos Londres 2012.
Nacho, con su herramienta de trabajo
Nacho, con su herramienta de trabajo
Jorge Paris
Nacho, con su herramienta de trabajo

"No juega, no mete canastas, pero es imprescindible", coincide la plana mayor de la selección española de baloncesto. 30 o 40 centímetros por debajo del skyline de Gasol, Ibaka y compañía está Nacho Coque, su preparador físico, eterno e inconfundible por su calva reluciente y por su infinita cordialidad. Uno de esos tipos con los que apetece hablar durante horas, por lo qué cuenta y cómo lo cuenta.

¿Cuándo llega a la selección española de baloncesto?

Yo empecé en 2004, tras el Europeo júnior, en el que fuimos campeones. Allí me ofreció la Federación dar el salto a los mayores y empiezo en 2005 en el Eurobasket de Serbia. Y desde entonces hasta ahora.

¿Por qué enfocó sus estudios por el deporte?

A mí siempre me encantó el deporte. A los 15 entrenaba un equipo de baloncesto y siempre me llamó la atención todo lo que rodea a los entrenamientos.

Lo suyo es pasión...

Sin duda, es lo que más me gusta hacer en la vida. Ayudar a la gente a hacer ejercicios, ayudar a mejorar sus condiciones...

¿Cómo recupera el cuerpo de un jugador de baloncesto, que no es cualquier cosa, tras una temporada de nueve meses?

Intentamos hacer para todos un tratamiento individual en función de su temporada. Cada jugador es diferente y sus ejercicios serán diferentes para equilibrar su cuerpo. Diseñamos las cargas de entrenamiento, las de gimnasio...

¿Ve a alguno muy cascado?

No cascados, pero notas que la temporada es larga y los partidos son de máxima exigencia. Exprimen sus cuerpos al máximo y aquí quién no está en la NBA juega Euroliga. Pero estarán a tope para los Juegos.

Se sabrá sus cuerpos de memoria...

Durante todo el año estamos muy en contacto con los clubes. Sí, sé cómo es cada uno, qué cosas evitar, qué ejercicios les vienen mejor.

¿El cuerpo más flexible, el que más le sorprende?

Un cuerpo muy predispuesto a trabajar es el de Calderón. Rudy, en cuanto hace actividad, lo nota y mejora muchísimo. . Nunca se quedará corto.

¿El qué antes se recupera de las lesiones?

Depende de cada lesión y cada cuerpo. Sí que he notado que los jugadores vienen cada vez con más hábitos de trabajo y llegan mejor preparados. Nuestro índice de lesiones durante la concentración es mínimo.

¿Al que mima más es a Pau?

No, a todos por igual. Todos tienen su espacio individual para que se sientan iguales. Pau es tan importante como todos.

¿Le sigue sorprendiendo el cuerpo humano?

Me maravilla su capacidad de adaptación. Podemos cambiar de ciudad, hábitos, ejercicios y el cuerpo se adapta y vence cualquier dificultad. Creo que es lo que nos ha hecho sobrevivir como especie, nuestra capacidad de adaptación.

¿Hay que tomar más precauciones con un cuerpo de más de dos metros que con uno normal?

Sí, sin duda. Estos cuerpos tan altos tienen un crecimiento muy difícil, tienen el centro de gravedad muy alto, extremidades muy largas, y no se les puede tratar igual que a otras personas de estatura más normal. Sobre todo hay que cuidar mucho la espalda, que es la clave del éxito. El control de la postura desde la espalda hace que el riesgo de lesión sea menor. Eso lo cuidamos cada vez más. Primero se trabaja desde la zona central del cuerpo, y luego a las extremidades.

¿Es partidario de técnicas más naturales?

Creo que se pueden sacar cosas positivas entre cualquier tendencia. Lo importante es el equilibrio entre todas, coger ideas buenas de todo y hacer una filosofía propia para cada jugador. Soy partidario de sacar cosas del yoga, pilates...Cojo lo que me gusta y lo adapto en el baloncesto.

¿Le toca a veces ser confesor o psicólogo de jugadores, al estar tanto tiempo con ellos?

Creo que hay que tener una dosis importancia de inteligencia emocional. Es fundamental para entenderles.

¿Le cuentan problemas?

Claro, y si un día lo tienen mal o se sienten regular. Hay que intentar ayudarles y eso se consigue con práctica, empatizar con ellos.

¿Son muy sensibles?

Mucho. Les importa mucho su trabajo y creo que en el deporte la parte psicológica es muy importante. El jugador se lleva mucho por las sensaciones que tiene.

Pau Gasol, tras cada entrenamiento, se pone hielo un buen rato, todos los días...¿cómo pasa eso factura a los cuerpos de los jugadores cuando se retiran?

Ten en cuenta que hablamos de gente que trabaja con su cuerpo. . Cuando pasa eso, el trabajo ya está por encima de la salud. Entrenar muchas horas no es bueno para la salud, pero es su forma de vida, como no es bueno el señor que está en el andamio. Muchas veces se sobrepasa los límites de la salud y es agresivo para el cuerpo.

¿Se deteriora mucho el cuerpo?

Sí, por eso las carreras son cortas. No verás a jugadores de básquet por encima de los 36 años. El cuerpo no está preparado para ese nivel de estrés más allá de esta edad.

¿Futbolistas no prepara?

No, creo que hay que especializarse en una disciplina, más que picar en varios. Hago mis pinitos en los deportes de raqueta también.

¿A que cuerpo de deportista le gustaría 'meter mano'?

Yo creo que Rafa Nadal es un deportista 10 y a cualquier entrenador le gustaría prepararle. Pero estoy orgulloso de haber compartido tanto tiempo con Gasol, Calderón, Garbajosa...He aprendido muchísimo de ellos y me siento afortunado.

¿Ve en los jóvenes la misma capacidad de sacrificio que antaño?

Los que llegan a la elite vienen con buenos métodos. No se puede generalizar y decir que todos los jóvenes le dan a la 'play' o al botellón.

¿Qué le queda por descubrir de la preparación física?

Muchísimas cosas. Cada año aprendo algo diferente y sigo teniendo ganas de aprender.

¿Y en Londres qué espera?

Disfrutar con mi trabajo, respirar el ambiente olímpico, que no se lesionen y ver al equipo en el podio.

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