La Comisión Antiviolencia ha propuesto multas de 4.500 euros y 12 meses de prohibición de acceso a los recintos deportivos para cada uno de los 72 seguidores del Valencia que, con motivo de la visita de este equipo al Atlético de Madrid el pasado domingo, causaron graves altercados en un bar y en la vía pública.

Según el informe de la Comisión, los aficionados valencianistas "lanzaron un bote de humo en los alrededores de un bar y profirieron proclamas violentas y amenazas contra los seguidores del equipo local, lo que provocó que el propietario del establecimiento se viera obligado a cerrarlo".

Posteriormente, el grupo "ocupó la vía pública impidiendo la normal circulación de los vehículos, provocando una seria alteración de la seguridad ciudadana por las calles de Madrid".

La policía detectó que las imágenes de estos actos se estaban difundiendo por las redes sociales.

Los seguidores fueron identificados, se les retiraron las entradas para acceder al estadio y se les acompañó al autobús, que les trasladó de nuevo a Valencia.

Antiviolencia ha recomendado a Atlético de Madrid y Valencia "que extremen la precaución y controlen la expedición masiva de entradas con el fin de prevenir actos como los ocurridos en Madrid", sobre todo teniendo en cuenta que ambos equipos volverán a enfrentarse el próximo 8 de enero en octavos de final de la Copa del Rey.

La Comisión ha propuesto, asimismo, una multa de 3001 euros al C.D. Tropezón por no comunicar al coordinador de seguridad, con suficiente antelación, que se habían instalado unas gradas supletorias con la finalidad de ampliar el aforo del recinto deportivo en la visita del Racing de Santander.

Cuando los aficionados visitantes celebraban un gol las barandillas de las gradas cedieron y varios aficionados cayeron al terreno de juego; dos de ellos resultaran heridos leves.

También se han pedido multas de 3.500 o 3.001 euros para varios aficionados por acciones como lanzar botellines, piedras o huevos a los seguidores rivales, consumir alcohol dentro del estadio o insultar a los agentes de seguridad.