El absolutismo del 'rey' de la NBA, más amenazado que nunca esta temporada

  • Miami Heat y Lebron comienzan la temporada con una misión: ganar el tercer anillo consecutivo.
  • A diferencia de otros años, el Este sí presenta candidatos que pueden poner en apuros a Miami.
  • ¿Se puede frenar a Lebron? No, pero sí crear defensas que empeoren las estadísticas de las otras estrellas Heat como ya han probado Pacers y Spurs.
  • Algunos pilares de la segunda unidad de Miami son muy veteranos (Allen, Battier o Haslem) y será clave un paso al frente de jóvenes como Norris Cole.
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Lebron James, en un partido de la final de conferencia de la temporada pasada ante Indiana Pacers.
Lebron James, en un partido de la final de conferencia de la temporada pasada ante Indiana Pacers.
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Lebron James, en un partido de la final de conferencia de la temporada pasada ante Indiana Pacers.

Se alza el telón para una temporada en la NBA y todos los focos se centran en un hombre: 'El elegido' (o 'el rey', como él prefiere). Es Lebron James, el mejor atleta que haya conocido el baloncesto profesional y absoluto dominador en la actualidad en este deporte. James quiere ganar su tercer anillo, lográndolo de forma consecutiva, algo reservado en los últimos 50 años a unos pocos superdotados de la canasta: Michael Jordan (Bulls), Shaquille O'Neal y Kobe Bryant (Lakers).

Lebron James empezó las últimas dos temporadas preparándose para enfrentar a sus Miami Heat al oponente más fuerte posible en la final. El gran rival, entonces, estaba en la conferencia que no era la suya. Thunder y Spurs, pero también Grizzlies y el experimento Howard (fallido) en los Lakers, amenazaban desde el otro lado del país. Equipos que contaban con artillería y juego interior suficiente como para poner en problemas a Miami... y que fallaron.

Esta temporada la cosa cambia. Mejor dicho, las amenazas se multiplican. El Oeste sigue contando con un buen puñado de candidatos al anillo, pero el Este ha aprendido la lección y ha visto cómo varios proyectos (principalmente Indiana Pacers, Chicago Bulls y Brooklyn Nets) se han reforzado para acabar con el absolutismo del 'rey'.

¿Se puede frenar a Lebron?

No. Lebron James es un jugador contra el que ningún adversario tiene antídoto (quizá porque no existe). James ha dejado claro en el pasado que sólo hay una persona que puede frenarle: él mismo.

Sí es cierto que varios rivales han dado pistas sobre cómo se puede anular el juego de Miami (que empieza, se desarrolla y acaba en Lebron) a través de defensas 'semizonales' que provoquen posesiones largas, demasiados tiros sin aclarados y más pérdidas de lo habitual (algo a lo que no acostumbran los de Spoelstra). Hasta tres jugadores colocaron el año pasado en las finales de conferencia los Pacers sobre James y las trayectorias de pase de éste a sus compañeros. Paul George le defendía, pero David West y George Hill (en la parte alta de la 'bombilla') y West y Hibbert (en el poste bajo) 'flotaban' a sus defendidos en línea con la posible trayectoria de un futuro pase de James. Algo que San Antonio repitió en la final, provocando pérdidas de balón y lanzamientos imprecisos en momentos puntuales de partidos.

Esas defensas no iban encaminadas a frenar a Lebron, que mejoró en muchos aspectos sus estadísticas de la temporada anterior (la del primer anillo) y cambió con éxito algunas dinámicas de juego (como acercar su tiro en suspensión), pero sí consiguieron que Miami en conjunto sufriese más de la cuenta, que tuviese que llegar al séptimo partido en las dos últimas series de los playoffs. Perjudicaban al resto del equipo y aislaban al 'rey', que tenía que multiplicarse (aún más) para tirar de su equipo.

Los otros dos grandes pilares de Miami sí que sufrieron las consecuencias. Dwyane Wade (con problemas en una rodilla) bajó considerablemente su rendimiento ofensivo (en algo más de 5 puntos por partido y con porcentajes inferiores al 50% de la temporada regular). Chris Bosh también bajó en más de 4 puntos su media anotadora y en más de 8 puntos su porcentaje en tiros de campo. Su rendimiento en postemporada, al contrario que Lebron, sí que estuvo por debajo de la temporada del primer campeonato.

¿Hay relevo para la segunda unidad?

Los Heat nunca se han caracterizado por disponer de un juego interior temible en la 'era Lebron'. Esa carencia ha sido suplida, con éxito, con un juego veloz como pocos, intensidad defensiva y una efectividad desde el perímetro inusual en los momentos 'calientes' de los partidos. Todo, gracias a un puñado de jugadores con amplia experiencia, pero que han entrado en el declive de sus carreras sin que quede claro si hay relevo en la plantilla para dar profundidad al banquillo.

Tres claves (velocidad, defensa y tiro exterior) que necesitan de un cambio en los roles de un equipo, cuyos protagonistas en la segunda unidad ven cómo su carrera se acerca al final. Ray Allen (38 años), Shane Battier (35), Udonis Haslem (33) y Chris Andersen (35) seguirán siendo el gran apoyo del de 'Big Three' Heat. Hay que recordar que Mike Miller, el especialista en triples en las dos anteriores finales, ha abandonado el barco este año y marchado a Memphis.

Miami necesita que algunos jugadores más jóvenes, como Mario Chalmers y, sobre todo, Norris Cole den un paso al frente y exploten sus facetas defensivas y ofensivas ante el declive de los veteranos, que deberán dosificar las piernas en temporada regular para dar el 100% en playoffs.

Quizá es Cole el que más expectativas levanta. En los playoffs del año pasado fue capaz de mejorar sus porcentajes de tiro respecto a la temporada regular, especialmente desde el perímetro, donde elevó ese acierto de 35% al 53% en postemporada.

Dos apuestas arriesgadas: Oden y Beasley

Los fichajes más destacados del campeón de la NBA son dos jugadores cuyas carreras están en el alambre por diferentes motivos. Greg Oden, un gigante con rodillas "de viejo" (como él mismo dijo) que vuelve a competir tras pasar tres temporadas en blanco por graves lesiones. Un número 1 del draft llamado a convertirse en uno de los mejores pivots de la liga que acumula un historial de lesiones por el que varios especialistas le han recomendado que se retire: en 2007, se operó de una microfractura en la rodilla derecha; en 2009, se rompió la rótula de la izquierda; en 2010, fue operado de otra microfractura en la rodilla izquierda; en 2011, volvió a sufrir otra microfractura en la izquierda; en 2012, se sometió a una artroscopia en la derecha. Una apuesta demasiado arriesgada y que se ha llevado a cabo como posible remedio a los dolores de cabeza que causan al equipo 'centers' de la talla de Hibbert, de Indiana.

El caso de Beasley es diferente. Fue una de las grandes apuestas de los Heat de Wade (cuando aún no estaba Lebron), pero se marchó del equipo sin haber demostrado las cualidades que se esperaban de él. Un jugador que puede desempeñar labores de '4' y '3' y con una versatilidad que no abunda en la liga. Tiene calidad de sobra para jugar en la zona y desde el perímetro. Su problema, la actitud, esa 'criptonita' que anula fuera de las canchas el potencial de grandes promesas. Tras un viaje sin rumbo por la NBA, el 'hijo pródigo' vuelve a Miami, donde está obligado a corresponder las palabras de bienvenida de Lebron. "Le adoro, ha sido un incomprendido", dijo hace poco el '6' de Miami de Beasley.

Más rivales que en anteriores temporadas

Este año, hay más equipos que tienen posibilidades reales de destronar al 'rey'. En el Este, especialmente, surgen varias franquicias capaces de poner en problemas a Miami, a diferencia de temporadas anteriores. Todas ellas, además, con cierto halo de 'Bad Boys' que tanto suele desquiciar a Labron y Wade:

  • Indiana Pacers: gran favorito a destronar a Miami Heat en el Este, ha reforzado con Luis Scola un juego interior ya de por sí potente y añaden un 'fichaje' como el de Granger, que dará resultados en la cancha (si consigue volver a su nivel de antes de las lesiones) o en los despachos (si Indiana consigue un buen acuerdo por él).
  • Chicago Bulls: cuenta con un bloque muy físico y con el retorno, tras lesión, del hombre que puede cambiar todo el panorama del Este (y quizá de la liga), Derrick Rose. Chicago tiene, además, a Tom Thibodeau, un entrenador capaz de sacar lo mejor de cualquier jugador, por mediocre que sea, y arquitecto de defensas asfixiantes capaces de anular a los mejores ataques.
  • Brooklyn Nets: Brooklyn ha formado un equipo de estrellas y de urgencias. Sus grandes fichajes son veteranos con la 'gasolina' justa: Kevin Garnett, Paul Pierce y Andrei Kirilenko. Kevin Garnett, de hecho, aseguró que si no hubiese compartido equipo esta temporada con Paul Pierce (también en los Nets) se habría retirado. Dos jugadores que añaden calidad suficiente a una franquicia que ya contaba con Deron Williams, Brook Lopez, Joe Johnson y Andray Blatche. Además, los fichajes de Garnett y Pierce, que en el pasado han declarado abiertamente su odio a los Heat de Lebron, añaden algo de picante a este proyecto.

Knicks, Pistons y Cavaliers también prometen dar guerra en el Este. Por si fuera poco, en el Oeste esperan Thunder, Warriors, Spurs, Rockets, Clippers...

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