El belga Gianni Meersman (Omega Pharma) volvió a mostrarse intratable al esprint y se apuntó su segundo triunfo en el Tour de Romandía, en una jornada de perfil sinuoso en la que el británico Christopher Froome (Sky) mantuvo el liderato.

Meersman, ganador de la primera etapa, irrumpió con fuerza en una llegada muy disputada para alzar los brazos por delante del italiano Francesco Gavazzi (Astana) y del suizo Michael Albasini (Orica-Greenedge), que fue el primero en lanzar la llegada. El español Juan José Lobato (Euskaltel-Euskadi) entró en la pelea y se clasificó quinto.

El ciclista belga, de 27 años, dejó se sello en la Volta a Catalunya con dos victorias de etapa y en Romandía ya ha logrado otras tantas. Cubrió el trayecto de 181 kilómetros con salida y llegada en Payerne en 4h.19.03.

Los favoritos se guardaron la víspera de la jornada de montaña del sábado y de la crono final del domingo. Froome conservó el maillot amarillo por delante del estadounidense Andrew Talansky (Garmin-Sharp), que se encuentra a 6 segundos. Meersman sube a la tercera plaza a 9.

Ante la etapa reina de este sábado, el español Alejandro Valverde (Movistar) se presenta con opciones desde la novena plaza de la general, superado en 17 segundos por Froome. No será la única baza del Movistar, pues el portugués Rui Costa, sexto, también aspira a sorprender al británico de origen keniano, empresa complicada visto el funcionamiento del bloque del Sky.

La jornada fue movida. De inicio se formó una escapada de 5 corredores con el alemán Burghardt (BMC), el holandés Kruijswijk (Blanco), el mejor colocado en la general a 31 segundos del líder, los franceses Bérard (Ag2r) y Reza (Europcar) y el austríaco Brändle (IAM), a quienes se unió en el kilómetro 40 el español Peio Bilbao (Euskaltel), que marchaba intercalado.

La diferencia máxima que acumularon fue de 4.21 minutos en el kilómetro 58, pero la sucesión de cotas puntuables, dos de segunda y dos de tercera, fueron limando la diferencia hasta tirar abajo la fuga a 45 de meta.

Bajo la lluvia hubo intentos de fuga, sobre todo a cargo del inquieto italiano Gasparotto (Astana), pero el Movistar de Valverde y Rui Costa se encargó de que no prosperasen.

Los favoritos marchaban unidos una vez superada la última dificultad del día, el Alto de Chables (3a, km 163) y tan solo restaba una cota no puntuable antes de iniciarse el descenso final hasta meta, donde se sucedieron los ataques. primero con el belga Kelderman (Blanco) y el polaco Majka (Saxo Tinkoff), después con el italiano Malori (Lampre).

Malori aguantó el tipo hasta pasado el banderín de último kilómetro, donde fue devorado por un pelotón lanzado. Albasini lanzó el envite, y cuando parecía que podía llegar su momento de gloria apareció implacable Meersman, en estado de gracia.

Este sábado la jornada reina, la hora de la verdad en la cuarta etapa entre Marly y Diablerets, de 188,5 kilómetros y cuatro puertos de primera, los altos de Mosses, La Croix, que se subirá dos veces y Morgins. Será la antesala de la cronometrada individual del domingo en Ginebra.