Marcel Kittel suma su tercer éxito en el Tour en una jornada en la que Chris Froome se va al suelo

El ciclista británico Christopher Froome, del equipo Sky, herido después de sufrir una caída durante la cuarta etapa de la 101 edición del Tour de Francia entre Le Touquet-Paris-Plage y Lille (Francia).
El ciclista británico Christopher Froome, del equipo Sky, herido después de sufrir una caída durante la cuarta etapa de la 101 edición del Tour de Francia entre Le Touquet-Paris-Plage y Lille (Francia).
KIM LUDBROOK / EFE
El ciclista británico Christopher Froome, del equipo Sky, herido después de sufrir una caída durante la cuarta etapa de la 101 edición del Tour de Francia entre Le Touquet-Paris-Plage y Lille (Francia).

El alemán Marcel Kittel (Giant-Shimano) sumó al sprint su tercera victoria parcial en este Tour, tres éxitos sobre cuatro jornadas, en una cuarta etapa de apariencia engañosa: no fue tan plácida como pudiera imaginarse. Los 163,5 kilómetros entre Le Touquet y Lille depararon caídas de favoritos (Bauke Mollema, Peter Sagan,...), abandonos ilustres (o ilustres venidos a menos, tales son las circunstancias de Andy Schleck), un amago de abanico(con Purito Rodriguez y Michal Kwiatkowski cortados) y un final lleno de tensión y zonas complejas.

Sin duda, por su implicación en la general, el gran momento de la jornada estuvo en la caída de Chris Froome, quien hizo el afilador con un ciclista del FDJ.com cuando apenas se habían recorrido ocho kilómetros y se fue al suelo. El ganador del Tour 2013 impactó sobre el asfalto con su cadera y su hombro izquierdos y, además de las habituales y molestas abrasiones, se quejaba de la muñeca. "La caída ha sido fuerte, pero no ha sucedido nada grave", tranquilizaba el francés Nicolas Portal, director deportivo del equipo Sky. Sin embargo, este miércoles llega la temida etapa de los tramos empedrados: un terreno enemigo de cualquier molestia. Froome, de momento, se iba a someter a pruebas médicas para descartar cualquier problema más serio.

La general no sufrió cambios, con una llegada agrupada donde Alberto Contador acabó entre los veinte primeros, y sigue liderada por el italiano Vicenzo Nibali (Astaná), por delante del checo Peter Sagan. Más allá de la caída de Froome, este martes trajo la fuga del francés Thomas Voeckler (Europcar) y del español Luis Ángel Maté (Cofidis); el galo, que persistió en cabeza y volvió a desplegar el repertorio de gestos y muecas que tan bien hace cuando se sabe captado por las cámaras, fue cazado a 17 kilómetros del final.

Ya en el sprint, fue el noruego Alexandre Kristoff  (Katusha, todo un ganador de Milán-Sanremo) el encargado de lanzar el primer ataque y lograr unos metros de distancia, pero Kittel puso de manifiesto que es más potente y logró adelantarle para sumar su séptimo triunfo (entre todas sus participaciones) en la ronda gala. "No estábamos tan bien situados como en los otros días y me he tenido que poner a rueda de un rival, que ha sido Kristoff. He tenido algo de suerte y si la etapa dura 200 metros más creo que habría sido segundo. Esto demuestra que no soy imbatible", dijo el alemán.

Sobre la etapa de este miércoles, con tramos empedrados que preocupan a todos los aspirantes a la victoria final, el líder Nibali valoró: "Creo que habrá dos carreras. Una de los especialistas, entre los que destaca Cancellara, pero también Sagan, y otra de los que buscan la general. Será importante estar arriba, pero no hay que perder la cabeza porque quedan días importantes", señaló. No estará muy acuerdo Contador tras su experiencia de 2010. "Las carreteras son muy estrechas y es una jornada muy difícil, se puede perder un minuto fácilmente. Pero creo que si no hay una caída importante no se pierde el Tour de Francia", aseguró Nibali.

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