Era el choque entre dos de los grandes de Europa. O al menos por calidad de las plantillas. El Barça visitaba el campo del campeón inglés, nada menos. Se esperaba un partido duro, tenso, igualado, con alternativas. Pero el fútbol rompió nuevamente la teoría, y en el campo solo se vio un equipo, el FC Barcelona, que aplastó a su rival en la primera mitad con dos goles de Luis Suárez que dejan estos octavos de la Champions casi sentenciados. Solo un gol del Kun y un penalti fallado en el descuento por Messi da algo de esperanza a los de Pellegrini (1-2).

No fue el clásico partido en el que los azulgrana monopolizan el balón y dominar territorialmente al rival, más que nada porque no le hizo falta. El Barça tocó cómodamente en todo momento, pero también lo hizo el City. La diferencia fue que uno lo hizo con profundidad y con llegadas continuas y el otro con una inocencia impropia de un equipo de la calidad del inglés.

El primer golpe de los de Luis Enrique llegó temprano, después de que Messi sacara un centro sin oposición desde la banda, Kompany fallara en el despeje y Luis Suárez se sacó un latigazo con la zurda que batió a Hart.

Al City se le puso la eliminatoria en contra muy rápidamente, pero en vez de reaccionar y buscar con fiereza el empate, se dedicó a tocar con calma cuando tuvo el balón y a dejar jugar al Barça.

Las llegadas azulgrana se sucedieron con Messi jugando a placer y un centro del campo que vivió su noche más plácida. Una jugada que arrancó en el argentino llegó a Alba en la izquierda y su centro lo remató de nuevo Suárez desde el área pequeña.

La sensación era que el Barça podía haber hecho tres, cuatro, cinco goles, los que quisiera si apretaba el acelerador. La tuvo Alves, pero su balón se estrelló en el larguero poco antes del descanso.

En la reanudación, el cambio de cara de los de Manchester fue radical. Para empezar, dos remates de Dzeko de cabeza avisaron de que las intenciones del City eran radicalmente opuestas. El resultado frenó al Barça, que dominó el balón sin la ambición de la primera parte, y los ingleses se lo empezaron a creer hasta que Agüero, tras una gran dejada de Silva, puso el 1-2 con más de 20 minutos por delante.

Sin embargo, poco duró el entusiasmo de los de Pellegrini, pues apenas cuatro minutos después Clichy dejó a su equipo con diez tras una falta sobre Alves. El Barça tuvo la sentencia en el descuento, cuando Zabaleta derribó a Messi dentro del área, pero el argentino falló la pena máxima y el posterior rechace a puerta vacía.

1. Manchester City: Hart; Zabaleta, Kompany, Demichelis, Clichy; Fernando, Milner, Nasri (Fernandinho, m.61), Silva (Sagna, m.77); Dzeko (Bony, m.68) y Agüero.

2. Barcelona: Ter Stegen; Dani Alves (Adriano, m.75), Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Sergio Busquets, Rakitic (Mathieu, m.71), Iniesta; Neymar (Pedro, m.79), Messi y Suárez.

Goles: 0-1, m.16: Luis Suárez. 0-2, m.30: Luis Suárez. 1-2, m.69: Agüero.

Árbitro: Felix Brych (GER). Amonestó a Clichy (m.58) y Fernando (m.89), del Manchester City; y a Rakitic (m.40), Dani Alves (m.44) y Adriano (m.88) del Barcelona. Expulsó a Clichy (m.73) por doble amonestación.

Incidencias: partido correspondiente a ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Etihad Stadium (Manchester), ante 48.000 espectadores. Lionel Messi falló un penalti en el minuto 93.