El capitán del Real Madrid, Raúl González, dio comienzo a los actos de celebración por el campeonato de Liga del conjunto blanco, al levantar la trigésima primera copa a manos del Presidente de la Real Federación de Fútbol Español, Ángel María Villar, y descender al terreno de juego junto al resto de sus compañeros.Toda

La copa pasó por las manos de todos los jugadores que, muy emocionados, gritaban el "campeones, campeones", ante una gran expectación en las gradas del Santiago Bernabéu.

El Bernabéu, de noche

Acto seguido, las luces se apagaron y en la grada del fondo sur se encendieron bengalas que destapaban la palabra "campeones", mezclando luz y color en una bonita celebración.Los

En el centro, una cabina portada por una grúa se situó en el centro del estadio y levantó la sábana y emuló ser una pantalla de cine sobre la que se proyectaron imágenes históricas del Real Madrid.

Se llevó la Cibeles al Bernabéu

Una vez retirada la gran sábana del césped, desfilaron un sin fin de actores que bailaban y portaban barras que les sirvió para dibujar la silueta de la Cibeles y sobre los que se proyectó el chorro de la fuente.

Poco después, se podía leer la palabra "señorío" sobre el terreno de juego.

Por último, los jugadores saltaron en el centro del campo, todos abrazados ,gritando de nuevo "campeones, campeones", nombrados uno a uno por el speaker, algunos lo hicieron acompañados de sus hijos (Michel Salgado, Jordi Codina, o Jose María Gutiérrez 'Guti'). Otros ataviados con las banderas de sus países, como Mamadou Diarra o Gabriel Heinze.

Raúl, al quite

Finalmente, se manteó al entrenador Bernd Schuster por todos los jugadores, se lanzaron fuegos artificiales y el capitán madridista despidió la fiesta con su capote y con sus pases tradicionales ya en una celebración de un título madridista, a petición por todos los aficionados que se mantenían firmes en su sitio.

Así, colofón final.