España cumplió con su objetivo y se llevó los tres puntos de Macedonia, pero lo hizo con demasiado sufrimiento ante un equipo sin apenas calidad pero que inquietó en exceso a la Roja en la segunda mitad. Eso sí, la victoria deja a España líder del Grupo G con los mismos puntos que Italia con la mirada puesta en el partido que se disputa en septiembre entre ambos en el que se decidirá gran parte de la clasificación para el Mundial.

Lopetegui apostó por un equipo de jugones, con un centro del campo con un talento descomunal formado por Busquets, Iniesta, Thiago, Isco y David Silva. Arriba, la furia, Diego Costa. El resultado fue un dominio aplastante del combinado español, que monopolizó el balón y encerró a un rival que no sabía como contrarrestar el juego de su rival.

Fue Silva, que no para de marcar con la selección, el encargado de abrir el marcador tras una gran jugada de Iniesta, que envió el balón para la subida de Alba, que retrasó el balón para que el canario, a la media vuelta, marcara.

Después fue Isco el encargado de ampliar la diferencia. Cuando un jugador está en estado de gracia, lo mejor es entregarte a él, dejar que el juego del equipo gire en torno suyo. El malagueño se echó al equipo a sus espaldas y una gran acción suya en la banda derecha, en la que dejó atrás a un rival con un remate magistral, se convirtió en el segundo tanto de España después de que el madridista le regalara el tanto a Costa, que no tuvo más que empujar el cuero.

Pudo haber marcado alguno más España, pero en dos ocasiones no estuvo acertado Isco. Dos peligrosos remates suyos acariciaron el gol, pero el tanto de la sentencia no llegó.

El paso por vestuarios no le vino nada bien a la Roja, que salió sin tensión, como con ganas de que solo pasaran los minutos y acabara el partido. La consecuencia de esa falta de intensidad fue un gol en contra de los macedonios, que armaron un buen contragolpe llevado por Ristovski que él mismo culminó con un latigazo ante el que nada pudo hacer De Gea.

El tanto animó a los macedonios, que veían como estaban a un solo gol de sacar algo positivo ante la poderosa selección española. Lopetegui tuvo que mover el banquillo para recuperar el control del juego y la entrada de Koke y Pedro devolvió la vitalidad a la Roja, que volvió a recuperar la pelota.

Casi logra sentenciar el partido en diversas ocasiones España, pero no hubo acierto. La más clara fue para Diego Costa, pero su lanzamiento desde dentro del área lo despejó como pudo Dimitrievski y la sentencia no llegó.

Los minutos finales fueron algo tensos, pues pese a que Macedonia no tenía armas ni medios para inquiertar en exceso a España, lo apretado del marcador hizo que un par de llegadas provocaran el miedo en la Roja. Al final, el resultado se quedó como estaba y los de Lopetegui amarraron tres puntos importantes en el camino a Rusia 2018.