Luis Enrique y Pep Guardiola: dos tripletes, dos estilos

  • Dos excompañeros en el campo firman los dos tripletes Liga-Copa-Champions de un Barça que se ha aferrado a grandes delanteras con Messi siempre implicado.
  • El Barça de Pep ejercía un control total desde la posesión, defensa y ataque con balón que, como se vería después, no siempre tenía todas las soluciones.
  • El de Luis Enrique es un Barça más camaleónico, más adaptable, dotado para el toque como su antecesor, pero con una vertiente contragolpeadora y abigarrada.
  • El Barça gana su quinta Champions y consuma su segundo triplete tras derrotar a la Juve en Berlín.
Los técnicos Pep Guardiola (i) y Luis Enrique, ambos como entrenadores del Barça.
Los técnicos Pep Guardiola (i) y Luis Enrique, ambos como entrenadores del Barça.
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Los técnicos Pep Guardiola (i) y Luis Enrique, ambos como entrenadores del Barça.

A la sombra del considerado 'mejor Barça de la historia', el de Pep Guardiola, creció un Barça B en el que ejercían nombres como Montoya, Muniesa, Fontàs, Bartra, Jonathan dos Santos,  Jonathan Soriano, Tello, Thiago Alcántara, su hermano Rafael, Rochina o Deulofeu. Entre otros. Nombres que suenan mucho en el fútbol actual y que fueron dirigidos por Luis Enrique Martínez. El asturiano, relevo de Guardiola en el banquillo de un filial donde el de Santpedor permaneció un curso con ascenso de Tercera a Segunda B,  dirigió al Barça B entre el verano de 2008 y el de 2011. Tres temporadas donde logró ascenderlo hasta Segunda División en su último curso para dejarlo en la tercera plaza de la clasificación.

Que hayan bebido de fuentes futbolísticas similares en sus primeros pasos como entrenadores no convierte a estos excompañeros, siempre amigos,  en una especie de mentor y discípulo. Dos ideas de influencias similares que han encontrado, con despliegues distintos, siempre con una personalidad muy definida y también con una gran confianza en sus colaboradores, el mismo rédito: el triplete de títulos (Liga, Copa y Champions) en una misma temporada. Y otra coincidencia: la de cierta animadversión hacia los medios de comunicación.  El Barça de Pep ejercía un control total desde la posesión, defensa y ataque con balón que, como se vería campañas después, no siempre responde todas las cuestiones. El de Luis Enrique es un Barça más camaleónico, más adaptable, dotado para el toque como su antecesor, pero con una vertiente contragolpeadora y abigarrada que aquel no tenía.

Los tripletes de Luis Enrique (2004/15)  y de Guardiola (2008/09) comparten su llegada en las primeras temporadas de ambos como técnicos. Los dos, además, llegaron en un contexto donde su permanencia en el banquillo fue puesta en cuestión. En el caso de Guardiola, un arranque tibio con derrota ante el Numancia de Soria incluida que, previo crecimiento, mutó en dominio y liderato desde la novena jornada. A Luis Enrique, y tras un buen arranque de temporada, se le dejó de discutir del todo en las últimas trece jornadas del campeonato, el momento de mayor sintonía entre Luis Suárez, Neymar y un Messi que alcanzó su mejor nivel con el Año Nuevo. Las críticas a su política de rotaciones cayeron en saco roto también. En todo caso, por ser el primero del fútbol español, el del Barça de Guardiola es único. Y será.

Champions, Copa y tridente

El Barça de Guardiola y el de Luis Enrique también comparten la presencia de tres atacantes de gran efectividad. En ambos casos, con Messi. Con Pep, el hombre que apostó firmemente por Sergio Busquets como mediocentro y que encumbró la frescura de Pedro Rodríguez, los acompañantes eran el francés Thierry Henry y el camerunés Samuel Eto’o. Tres hombres para un centenar de goles durante un curso. Luis Enrique, por su parte, supo afinar la creciente compenetración entre Messi, el uruguayo Luis Suárez (fichaje estrella de la campaña) y el brasileño Neymar (la gran apuesta de la precedente).

En la Champions, con Pep, el Barça fue primero de un grupo C donde compitió con Sporting de Lisboa, Shakhtar Donestsk y Basilea. En el Camp Nou cedió un empate con los suizos y perdió con los ucranianos, pero avanzó como primero. En las eliminatorias superó a Olympique de Lyon, Bayern de Múnich y se aferró al valor de los goles en campo contrario para eliminar al Chelsea en las semifinales. El 'Iniestazo'. Preludio de una final ante el Manchester United de (todavía) Cristiano Ronaldo donde el control fue catalán. El proyecto de Luis Enrique arrancó con victoria por la mínima sobre el Apoel y una derrota en París, pero a partir del Ajax de Ámsterdam no concedería ninguna derrota para avanzar a los octavos de final como líder del grupo F. Ni Manchester City ni PSG fueron rivales para un Barça que, ya en su mejor momento del curso, disipó tropiezos recientes y encontró menos oposición de la prevista ante el Bayern de Múnich dirigido ahora por Pep Guardiola.

El camino copero del equipo de Guardiola, que arrancó con unos dieciseisavos de final contra el Benidorm, fue relativamente plácido. Atlético, Espanyol, Mallorca y Athletic de Bilbao en la final de Mestalla jalonaron un camino sin grandes sobresaltos donde mandaron las rotaciones y se impuso su inercia ganadora. Una semejanza con la Copa de la era Luis Enrique, ya que ni Huesca, ni Elche, ni tampoco un Atlético que venía de apear al Real Madrid, ni el Villarreal evitaron su llegada a la final. En el último partido, en el Camp Nou, y otra vez ante el Athletic, Messi guió a los azulgranas.

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