Louis van Gaal nunca pasa desapercibido. El técnico holandés del Manchester United es famoso por su expresividad y este domingo dejó otra prueba de ello.

En el partido que enfrentaba en Old Trafford a su equipo con el Arsenal, el técnico de Ámsterdam acudió al cuarto árbitro para protestar por un supuesto piscinazo de un jugador del equipo londinense.

El entrenador no dudó en tirarse al suelo de espaldas para recrear la jugada, ante la atónita mirada de rivales, colegiados y público.

El United, por cierto, ganó 3-2.