Los últimos meses de vida de Francisco Fernández Ochoa, primer campeón olímpico español, fallecido el pasado 6 de noviembre , quedaron reflejados para siempre en el libro "La vida, un slalom", escrito por elprotagonista y por el periodista Pedro Simón, donde se destaca la "Pacoterapia", la forma de ver la vida que retrata al mítico deportista.

El libro, de 200 páginas y cerca de 50 fotografías, representó la última ilusión de Paquito, según comentó su viuda, María Jesús Vargas, en un acto al que acudieron la hermana del campeón, Blanca, y Juan Antonio Corbalán, ex jugador de baloncesto internacional.

"Fueron 20 horas de grabaciones e innumerables charlas en las que lloré de risa con Paco. Tuvimos una relación especial desde que propuso la idea de escribir el libro. El libro cuenta la lucha, la valentía, la generosidad de un hombre que disfrutó de la vida y que vio cumplidos sus sueños", explicó Pedro Simón.

Según Simón, "Paco quería ayudar a los enfermos y a sus familias, pero también a todo aquel que se levanta todas las mañanas para luchar por la vida".

Blanca lloró "como nunca" al leerlo

Blanca Fernández Ochoa confesó que por primera vez en su vida se había leído "un libro de un tirón", aunque le costó "llorar como nunca". La ex esquiadora habló de "un libro que retrata perfectamente a Paco, una verdadera Pacoterapia y una lección de cómo hay que vivir día a día".

Juan Antonio Corbalán, amigo íntimo del campeón olímpico y médico de profesión, comentó que el libro equivale a "estar junto a Paco en el cabecero de la cama del hospital, un libro íntimo en el que el protagonista se desnuda, siempre marcado por la alegría, aunque pasó unos meses terribles".

"Paco siempre fue una persona "disfrutona", que siempre iba a lo positivo, un hombre que a base de risa tapaba sus preocupaciones", contó el ex jugador, quien destacó una anécdota que resume el talante del deportista fallecido.

"La gente del pueblo le decía: "Gracias a Dios que estás vivo, Paco", y el contestaba: "No, gracias a Dios no, gracias a los médicos, porque a Dios ya le estoy viendo las intenciones". Esta escena, según sus principales allegados, resume quien fue la persona de Francisco Fernández Ochoa.