La noche y la lluvia se aliaron este domingo para complicar la salida del GP de Singapur, que se convirtió en una encerrona para Fernando Alonso porque fue arrollado por un accidente múltiple provocado entre Sebastian Vettel, Kimi Raikkonen y Max Verstappen que dejó a los cuatro fuera de combate a las primeras de cambio.

"Fastidia porque hoy teníamos el podio a nuestro alcance, incluso podríamos haber luchado por la victoria", se lamentó Alonso, que se había situado tercero cuando su McLaren fue embestido por la montonera. "Fue un golpe muy fuerte y el coche quedó destrozado por el lado izquierda, habría sido un milagro seguir", añadió.

Pero el drama fue aún mayor para Ferrari porque perdió sus dos coches en el accidente y, quizás, su mejor oportunidad para recuperar el liderato del Mundial, ya que Vettel tenía la pole y el circuito asiático era, a priori, ideal para los monoplazas italianos.

El gran beneficiado fue  Lewis Hamilton, que se apuntó su séptima victoria de la temporada pese a salir quinto y le dio un buen mordisco al campeonato: ahora manda con 28 puntos de ventaja sobre Vettel, más de una carrera de margen. El podio lo completaron Daniel Ricciardo y Valtteri Bottas.

Y a un paso de descorchar el champán se quedó Carlos Sainz, que cruzó la meta cuarto para firmar el mejor resultado de su carrera en la F1. "Acabar cuarto era impensable, pero nos lo hemos ganado a pulso. Es uno de los días más importantes de mi carrera", dijo el madrileño, que supo gestionar a la perfección un GP de Singapur muy complicado, con tres coches de seguridad y asfalto mojado durante muchas vueltas.