Una jornada después de cumplir los 43 años, y en su última prueba de fuego como profesional, el ciclista alemán Jens Voigt (Trek Racing Team) estableció este jueves en el velódromo de Grenchen (Suiza) un nuevo récord de la hora al recorrer 51.115 metros en los 60 minutos en los que estuvo rodando sobre la pista, y supera así los 49.700 metros que el checo Ondrej Sosenka consiguió completar en el mismo tiempo en el año 2005.

El corredor germano logró así recorrer casi un kilómetro y medio más que el anterior dueño de la marca. Voigt se había propuesto batir los pasos del checo y de principio a fin su media de kilometraje fue superior, si bien algunos pequeños saltos sobre su bicicleta esbozaron algún problema lumbar o con las costuras de su equipación. El teutón, que montó para la ocasión un desarrollo único de 55x14 (dientes de plato y piñón, según confirmó el equipo Trek), empezó en cronos de 17 segundos y medio por vuelta, que luego fue subiendo hasta 17'7 y 17'8, y en el 'sprint' final hasta la hazaña bajó hasta medias de 17'3, con alguna vuelta incluso por debajo de los 17. La tónica general de la prueba fue un arranque rápido e intenso, una bajada de revoluciones, aunque con el récord en perspectiva, y un arreón final a partir de la vuelta 152 de las 205 que completó.

Sin embargo, lo que no consiguió Voigt fue superar la máxima distancia enmarcada como "mayor esfuerzo humano". Una distinción que hizo la UCI después de que en el año 2000, el organismo que rige el ciclismo prohibiera el uso de modificaciones en las bicicletas -cascos de contrarreloj, cuadros aerodinámicos o ruedas lenticulares- para batir el récord. En esa clasificación paralela -donde está la marca de Induráin cuando afrontó el reto en 1994-, el 'rey' es el británico Chris Boardman, que recorrió 56 kilómetros y 375 metros en 1996. El navarro tiene el cuarto mejor registro en ese 'ranking' alternativo, con 53.040 metros, ya que además de Boardman le superó el suizo Tony Rominger en dos ocasiones.

Con el récord de Voigt se abre la veda en una disciplina olvidada en el ciclismo y que podría reclamar la atención de algunos de los mejores especialistas contra el cronómetro del ciclismo internacional como es el caso del suizo Fabian Cancellara (quien estuvo haciendo unas pruebas meses atrás), el británico Bradley Wiggins o el mejor especialista de la actualidad, el alemán Tony Martin.

Cuestionado por la prueba de Voigt en la sintonía de Eurosport, Miguel Indurain bromeó con la edad del alemán: "No me gusta mucho. Tendría que haber dejado paso ya, que tiene una carrera hecha y ya ha hecho su dinerito. Tendría que dejar a gente joven, de 20 o de 21 años, para que pudieran probar y disfrutar. Ya tiene una carrera hecha, un prestigio". Más en serio, el campeón navarro recordó de sus problemas con las costuras durante una de sus pruebas cuando  veía a Voigt incorporarse sobre su bicicleta ("fue un error, porque usamos un culotte nuevo y lo pasé mal"). "La normativa cambió mucho y es un poco follón para el que no sabe nada de esto", concluyó Indurain.

"Estoy contentísimo. Era la última oportunidad en mi vida para ganarlo. Al final ha sido fácil. Fui mas rápido de lo que yo esperaba. Estaba muy motivado, luego flojeé, pero a los veinte minutos ya sabia que podía conseguirlo", declaró Voigt a Eurosport tras conseguir el reto. "A los "treinta y pico" minutos se ha levantado un par de veces porque iba sufriendo. Ha descargado un poco y la última parte la ha acabado muy fuerte. 51 kilómetros y 115 metros es una gran marca y una manera de despedirse del ciclismo muy buena", añadió desde Ponferrada su compañero Markel Irizar.