Farrell: "España es un país muy optimista, su gente sabe salir adelante aunque no tenga nada"

  • Este británico afincado en España desde los cinco años es el campeón de la Copa del Mundo de Esquí de Velocidad, en la modalidad de kilómetro lanzado.
  • Con dos años se puso unos esquís y con cinco empezó a competir: "De aquella época queda aún hoy la preocupación de mis padres por el riesgo que tomo".
  • Compagina el deporte con su otra pasión, ser empresario.
  • Su próximo reto es batir siete récords Guinness: para el primero, ya entrena en Austria: "Quiero ser el hombre más rápido del mundo en descender una duna".
El esquiador Jan Farrell sonríe en la nieve.
El esquiador Jan Farrell sonríe en la nieve.
JAN FARRELL
El esquiador Jan Farrell sonríe en la nieve.

Su tiempo lo divide así: un 35% para el esquí y un 65% para su empresa. Un porcentaje que le ha bastado al deportista Jan Farrell, un británico afincado en España desde los 5 años, para ganar la Copa del Mundo de Esquí de Velocidad en kilómetro lanzado, el deporte no motorizado más rápido de la tierra. Este madrileño, como él mismo se define, alterna el gimnasio con la oficina de Liberalia, donde se realiza con su otra pasión: ser emprendedor de éxito. Sin embargo, la llamada de 20minutos la atiende desde Austria, donde está entrenando para los retos venideros, nada menos que batir hasta siete récords Guinness, aunque solo da pistas del primero de ellos, previsto para la próxima primavera.

¿Algún secreto para haber logrado ser campeón en la Copa del Mundo?

Con mucha preparación, no dejando nada al azar. Yo no creo en la suerte.

¿Qué velocidades llega a coger? ¿Siente miedo?

Se acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos. Miedo no, me siento muy preparado. El miedo es una sensación que hay que controlar, bajar con miedo es peligroso, por lo que es algo que tenemos muy entrenado en la parte psicológica.

Con dos años se subió a sus primeros esquís y a los cinco empezó a competir. ¿Qué queda de aquel niño?

Pues queda todo. La preocupación de sus padres por ese niño que se tiraba y siempre quería ir recto, no me gustaba girar, porque lo entendía como una pérdida de tiempo.

Así que sus padres lo veían como una locura...

Sí, y aún hoy lo ven. Cuando llamo a mi madre de camino a una Copa del Mundo me dice 'no corras, hijo'. Y no se refiere al coche (risas).

Sus padres se trasladaron a España cuando usted tenía cinco años. ¿Por qué aquí?

Mi padre es filólogo, le salió trabajo en Vitoria y nos trasladamos desde Lancaster (donde nació) cuando yo tenía cinco años. Estuvimos tres años allí y después nos mudamos a Madrid. Yo me siento madrileño.

¿Qué le gusta de España en comparación con Inglaterra, su país de origen?

Destacaría el optimismo, la alegría. A pesar de los tiempos que corren, España es uno de los países más alegres que existen, con una gente muy feliz y optimista. Los españoles saben salir adelante aunque no tengan nada. Al mal tiempo, buena cara. Ese planteamiento de vida, en Inglaterra, no es habitual.

Deportista y emprendedor...

Sí, hace 13 años, con 18, fundé Liberalia. En realidad, el negocio es mi pasión. Quería crear una empresa, ofrecer trabajo, dar servicio. Me implico en muchas empresas y federaciones a nivel de desarrollo de negocio.

Tendrá una agenda muy apretada...

Sí. Me levanto a las 8 y salgo a correr. Luego desayuno fuerte y sobre las 10 me voy al trabajo. Por la tarde aprovecho para gestionar más la parte de esquí: buscar patrocinios, organizar la agencia... Al salir de la oficina voy al gimnasio, donde alterno los ejercicios físicos según el día. Llego a casa, ceno y a las 12 de la noche estoy en la cama.

¿Y de dónde saca el tiempo para el ocio?

Tiempo libre tengo poco. Aprovecho los fines de semana para ir a la ópera, que me gusta mucho. Para ver a los amigos también aprovecho las comidas y las cenas. Tengo una dieta de 4.000 calorías, por lo que me paso el día buscando huecos para hacer comidas (risas).

¿Qué miedos tiene una persona que practica un deporte de riesgo?

A quedar segundo (risas).

¿Y qué sueños?

Ahora mismo batir siete récords Guinness. Y, a nivel profesional, me encanta ayudar a los demás. Me gustaría involucrarme en un proyecto para jóvenes deportistas y ayudarles en su carrera. También aspiro a trabajar en el consejo de dirección en una ONG. Para mí, ayudar a los demás es muy importante.

El primero de su retos, batir siete récords Guinness, es sobre una duna...

Sí, quiero ser el hombre más rápido en descender una duna.

¿Y cómo se prepara uno para eso?

La preparación es igual que la que hago para la Copa del Mundo de Esquí de Velocidad. A nivel físico, hago unos 250 días de gimnasio al año, y, a nivel técnico, 90 días. Ahora estoy en Australia, entrenando de 7 a 12 de la mañana.

¿Y es lo mismo deslizarse en la arena que en la nieve?

Es distinto. El esquí agarra más en la arena, por lo que la posición es más retrasada. Es lo más parecido a esquiar en nieve virgen o nieve de primavera, cuando la nieve está más espesa.

¿Cómo es el estado de salud del esquí en España?

Deportivamente está en una situación muy delicada. El deporte de alta competición de esquí está en un momento de inflexión. Espero que la nueva presidencia de la Federación Española de Deportes de Invierno ayude bastante. Es una pena que el esquí en España esté en esta situación porque realmente tenemos muy buenas pistas, muy buenas condiciones de nieve y muchos esquiadores potenciales, pero hay que darle un vuelco a la situación.

¿Y qué se podría hacer para voltear la situación?

Lo primero, una inyección económica sería lo más fácil. Dinero para formar a jóvenes deportistas y gente con talento que con un apoyo económico podría mejorar. En definitiva, acercar el esquí de competición a las personas normales.

BIO Jan Farrell nació en 1983 en Lancaster, Inglaterra. A los dos años se subió en sus primero esquís y lleva desde los cinco sin perderse una sola temporada. Compitió en esquí alpino y cross max antes de empezar con  el kilómetro lanzado. Es el actual campeón de la Copa del Mundo en kilómetro lanzado, alcanzando una velocidad de 210,035 km/h, convirtiéndose así en el tercer esquiador más rápido de la historia en esa disciplina.

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