Siempre dieron la cara

Los españoles siempre dieron la cara en el partido. Se dejaron la piel. Sacudido el dominio germano inicial y el mazazo del tanto en contra, se repusieron y buscaron el empate. Hubo dos grandes oportunidades de tres lanzamientos de penalty-corner. Tubau, los Fabregas, David Alegre, Pol Amat, Santi Freixa, todos, se pelearon con los nibelungos durante el partido. Sus tiros querían perforar la red rival. El ahínco creció especialmente en la segunda mitad. La fortuna siguió esquiva, hasta el final. El carácter del equipo salió, pero un poco menos que en la remontada contra Australia (3-2).

Alegre, muy triste

David Alegre cayó fulminado al suelo nada más concluir el partido. Triste. Impactaba ver su imagen contra el césped. Así estuvo durante minutos. Llorando. Hubo de ser su hermano, Ramón, el mayor, quien le consolara. Se repuso y se unieron en un abrazo. Eduard Tubau también quedó noqueado. Rodrigo Garza, completamante abatido. Y Sergi Enrique, en cuclillas, buscando una explicación. Desolación nacional.

El portero reserva, Xavi Castillano, que por su condición de suplente no ha podido convivir con sus compañeros en al Villa Olímpica, saltó al campo de inmediato. Iba uno por uno repartiendo ánimos, secando lágrimas, llevando a sus amigos arriba.

Pena y frustración

La pena llegó hasta el seleccionador, Maurits Hendriks. "Es frustrante que nos hayan ganado con ese juego. Nosotros lo hemos hecho muy bonito durante todo el campeonato. Al toque y ofensivos".

Enrique, el mejor jugador joven el año pasado, aseguró que iban a por el título, a ser campeón. Un sentimiento y una confianza compartidos por el grupo en su conjunto. Alemania, oro, les birló el sueño. Un joven aficionado germano llevaba un potente equipo de música portátil con el tema Besos de El Canto del Loco. Eso, mucho cariño, necesitan los chicos del hockey para superar su bajon anímico. Será rápido. Son los subcampeones de los Juegos Olímpicos.