Fernando Hierro vivirá sus últimos días como director deportivo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el viaje de la "Roja" a Estados Unidos y Venezuela para disputar dos amistosos, una etapa de su vida que cierra porque asegurar necesitar oxigenarse de fútbol.

Con Fernando Hierro nació la figura de director deportivo en la RFEF. Cuatro años después se marcha tras vivir la conquista de la Eurocopa 2008 y el Mundial 2010.

"Han sido cuatro años muy intensos y necesito oxigenarme de fútbol. Me voy enriquecido con la gran experiencia acumulada, pero quiero seguir formándome y reflexionar sobre mi futuro", afirma en una entrevista a la web de la Federación.

"Es la única verdad de mi marcha. Siempre estaré muy agradecido a la RFEF por la oportunidad que me dio para desempeñar un cargo que, hasta mi llegada, no existía y que me convertía en el primer director deportivo de la historia de la Federación", agregó.

Desmiente Hierro que hayan existido problemas económicos para decidir finalizar su etapa en la RFEF. "La cuestión económica nunca fue importante para mí y tampoco para los seleccionadores".

Y del trabajo realizado se marcha orgulloso de los cambios que realizó en todas las categorías de la selección española. Me voy sobre todo satisfecho de la gran responsabilidad que supuso el cambio generacional de los seleccionadores".

"Heredé las categorías inferiores más laureadas de Europa y casi del mundo y el tema no era fácil. Llegué en el momento justo, porque a los nueve meses la absoluta ganó la Eurocopa. He intentado darle valor a la camiseta de la selección en todas las categorías", dijo.

De los jugadores que dan forma a la selección campeona de Europa y del mundo dijo que "son un ejemplo para la historia de nuestro fútbol" y del seleccionador por el que apostó, Vicente del Bosque: "un espejo donde mirarme, un ejemplo para toda la sociedad, pero, sin duda, un gran entrenador. Siento por él respeto, amistad y cariño".

Por último, deseo que el ambiente que se vive en los internacionales no se vea perturbado por los numerosos piques que dejaron los cuatro clásicos de Barcelona y Real Madrid en Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones.

"Me gustaría que la selección fuese como ese objeto de gran valor, que todos deberíamos de cuidar como si de oro en paño se tratase. Ojalá la rivalidad de nuestros clubes no rompa la selección", admitió.

"Hago un llamamiento para que reine la sensatez y el sentido común. Hay una máxima en el fútbol que dice que lo que sucede sobre el campo se debe de quedar en él, y en estos enfrentamientos esto no ha ocurrido, ha habido demasiadas declaraciones y alguna muy fuera de tono e incluso muy fuera de tiempo. Deseo que impere la cordura. Estamos viviendo un sueño del que todavía nos quedan tres años y deberíamos de hacer todo lo posible por conservarlo", concluyó.