Dice Andrea Monti, director de La Gazzetta dello Sport, que el Giro de Italia 2014 será mucho más humano. "Es un Giro muy equilibrado", proclama el jefazo del rotativo milanés, la cara visible de una organización en la que se han producido extraños movimientos estas semanas porque al Giro no le cuadran unas cuestas que antes cuadraban con la aparición de un agujero interno de 13 millones de euros. De hecho Michele Acquarone, el director de la carrera, ha sido apartado de sus funciones temporalmente.

Lo cierto es que la primera de las tres grandes vueltas de 2014, la primera que presenta su recorrido, lo humaniza con comillas. Acaso por la inclusión de un tercer día de traslado, obligatorio por su salida desde las calles de Belfast y su presencia durante tres jornadas en Irlanda, la isla del anterior presidente de la Unión Ciclista Internacional. Y quizá porque no se olvida de los contrarrelojistas, diversificando esta modalidad entre la crono por equipos, la individual y hasta la cronoescalada para frisar los 95 kilómetros. Pero el de 2014, imposible de otra forma ante semejante orografía (por mucho que se empeñaran en los ochenta para Moser y compañía), vuelve a ser un Giro con mucho protagonismo montañoso que imita a la Vuelta, leen bien, por eso de incluir hasta nueve finales en alto entre altas montañas y cuestas nerviosas.

Un guiño claro para Purito Rodríguez. Y el catalán, que ya fue segundo en 2012, una maglia rosa que perdió en una crono el último día en las calles de Milán, adelanta que tras su aventura con podio del Tour 2013 el año que viene le toca volver a Italia. Y un año más mayor. Como también le toca a Ivan Basso y como también anticipa el australiano Cadel Evans. Porque más dudosa es la presencia de Vincenzo Nibali, ganador de este año y enfrascado desde ya en el asalto al Tour de Francia. En la presentación también estuvo el colombiano Nairo Quintana, que mostró su agrado pero no se mojó. "Decidiremos con Eusebio Unzué", decía.

El Giro de 2014, un homenaje a Marco Pantani, afronta su primer final en alto en la quinta etapa y recupera íntegra, en su decimosexta jornada, la etapa de Val Martello que fue suspendida este año por la nieve y en la que los ciclistas debían afrontar el Gavia y el Stelvio, que vuelve a Y por segundo año seguido la carrera no acaba en Milán, algo que fue bastante habitual en los setenta y en los ochenta, sino que concluirá en Trieste.

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1.- 9 mayo: Belfast-Belfast (Irlanda del Norte), 21,7 kilómetros.

2.- 10 mayo: Belfast-Belfast (Irlanda del Norte), 218 kilómetros.

3.- 11 mayo: Armagh-Dublin (Irlanda), 187 kilómetros.

4.- 13 mayo: Giovinazzo-Bari, 121 kilómetros.

5.- 14 mayo: Taranto-Viggiano, 200 kilómetros.

6.- 15 mayo: Sassano-Montecassino, 247 kilómetros.

7.- 16 mayo: Frosinone-Foligno, 214 kilómetros.

8.- 17 mayo: Foligno-Montecopiolo, 174 kilómetros.

9.- 18 mayo: Lugo-Sestola, 174 kilómetros.

10- 20 mayo: Modena-Salsomaggiore Terme, 184 kilómetros.

11- 21 mayo: Collecchio-Savona, 249 kilómetros.

12- 22 mayo: Barbaresco-Barolo, 46,4 kilómetros.

13- 23 mayo: Fossano-Rivarolo Canavese, 158 kilómetros.

14- 24 mayo: Agliè-Oropa, 162 kilómetros.

15- 25 mayo: Valdengo-Plan di Montecampione 217 kilómetros.

16- 27 mayo: Ponte di Legno-Val Martello/Martelltal, 139 kilómetros.

17- 28 mayo: Sarnonico-Vittorio Veneto, 204 kilómetros.

18- 29 mayo: Belluno-Rif. Panarotta (Valsugana), 171 kilómetros.

19- 30 mayo: Bassano del Grappa-Cima Grappa (Crespano del Grappa), 26,8 kilómetros.

20- 31 mayo: Maniago-Monte Zoncolan, 167 kilómetros.

21- 1 junio: Gemona del Fiuli-Trieste, 169 kilómetros.