El gobierno de la Generalitat, a través de su secretaria general de deportes, Anna Pruna, ha instado a la selección catalana a que juegue el amistoso que tenía previsto frente al combinado de Estados Unidos el próximo 14 de octubre, pese a no contar con la autorización de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Pruna calificó esa rebelión en declaraciones a RAC-1 como "un acto de soberanía" y explicó que, desde su departamento, se asesora en estos momentos al presidente de la Federación Catalana de Fútbol (FCF), Jordi Roche.

"Tenemos claro que nuestras federaciones tienen persona jurídica propia, no somos una sucursal", manifestó la secretaria general de deportes, quien confirmó el viaje de Roche a Chicago para reunirse con sus homólogos estadounidenses.

Según detalló Anna Pruna, se han establecido conversaciones con los responsables federativos de Estados Unidos "y no hay problema en jugar".

"Allí no entienden nada, porque tenían derechos televisivos vendidos y las fechas son de las establecidas por la FIFA", añadió Pruna, quien reiteró que la FCF contará con "el apoyo del gobierno" de la Generalitat.

La política de Esquerra Republicana de Catalunya consideró además que si se juega el partido sin autorización dejará de ser "un partido de 'costellada' (intrascendente)".

"Nos lo tenemos que creer, es lo único que falta", concluyó Anna Pruna un día después de que el presidente del Barcelona, Joan Laporta, reclamase una mayor implicación en este asunto de los políticos catalanes .