Nuevo episodio lamentable del ex internacional inglés Paul Gascoigne, quien hace tan sólo una semana pedía que le dejaran morir.
El británico, mientras se bebía tres botellas de whisky, presumió antes los clientes de un pub de tener línea directa con el Papa, pero que no le podía atender, así que decidió ponerse en contacto con el presidente norteamericano George W. Bush, según publica hoy la edición impresa del diario Marca.
Pero la noche acabó peor, ya que como no consiguió contactar con Bush, se mosqueó y acabó a cabezazos contra un paparazzi que le hizo fotografías en el pub.
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