Los béticos sumaron así su segunda victoria en el torneo, que al igual que la primera fue por 1-0 y con tanto de penalti del brasileño Ricardo Oliveira.

El equipo madrileño mostró en el inicio que su privilegiada posición en la tabla no es una casualidad, porque se plantó en el terreno verdiblanco con las ideas muy claras y con vocación atacante cuando tuvo el balón en su poder.

Esa circunstancia le dio algunos problemas, porque el Betis encontró espacios para acercarse a la portería de Luis García, quien poco después del primer cuarto de hora fue partícipe de la jugada que propició el 1-0.

El meta del Getafe salió a la desesperada a cubrir una rápida internada de Oliveira y éste cayó cuando notó el contacto del portero, jugada que el colegiado consideró como penalti y que fue transformado con potencia por el goleador brasileño.

El 1-0 redobló el esfuerzo del conjunto visitante por crearle problemas a Toni Doblas, y Riki y Güiza trabajaron mucho entre los defensores locales para devolver las tablas al marcador, aunque el renovado equipo que dispuso en esta ocasión Lorenzo Serra Ferrer, sin Joaquín por unas amigdalitis y con Miguel Angel en el banquillo por descanso, controló la situación sin demasiados sobresaltos.

Nada más empezar la segunda parte el brasileño Marcos Assuncao estuvo cerca de dejar el partido claro para el equipo sevillano, pero su preciso lanzamiento de libre directo acabó con el balón repelido por el larguero. El equipo que entrena el alemán Bernd Schuster, al igual que en la primera mitad, tuvo el balón mucho tiempo en su poder, pero no supo definir por falta de precisión y también por el buen hacer de Toni Doblas.

El Betis, por su parte, se dedicó a verlas venir y a que pasaran los minutos para aprovechar alguna acción aislada que pusiera la puntilla, pero esta no llegó y propició incertidumbre en la grada, pese a que el Getafe nunca dio la sensación de marcar.

La formación visitante se reforzó en la delantera con la entrada del serbio Paunovic y Pachón para buscar a la desesperada no irse de vacío del Ruiz de Lopera, lo que no consiguió.