El alicantino no esconde que "evidentemente Rafa es el favorito", pero que mañana saldrá a la pista "dispuesto a darlo todo" y con un claro objetivo: "jugar agresivo, intentar que sufra y hacerle dudar".

Ferrer se clasificó ayer para la final tras vencer al suizo Stanislas Wawrinka por 7-6 y 6-3. "Él me había ganado las dos últimas veces que habíamos jugado y ya esperaba una lucha. Ha sido un partido igualado que se me podía haber complicado en el primer set, pero estoy contento porque al final lo he ganado".

Para Ferrer, llegar a una final "siempre es bonito", pero hacerlo con Rafa, un jugador al que admira, y en el Godó, "el torneo al que vengo desde los siete años, cuando mi padre me traía para que lo viese como espectador", lo es más aún.

Guinda

Ahora, sólo le falta la guinda del título, lo que pasa, sobre todo, porque Nadal no tenga su día. "Si juega a su nivel, la cosa va estar muy difícil", reconoce Ferrer, el último español en ganar al triple campeón de Roland Garros en tierra (en 2004, en los cuartos de final de Stuttgart), "pero de eso hace ya años y no era el Rafa de ahora".

Al de Jávea, además, no le gustan tener en cuenta los precedentes, como el último, el de hace una semana, cuando Nadal le ganó en los cuartos de Montecarlo. "Yo siempre digo que cada semana es diferente, es un torneo diferente, con unas bolas diferentes y con un pista, aunque también de tierra, diferente".

¿Cómo batir a un tenista que ha ganado 102 de los últimos 103 que ha disputado sobre arcilla? "Jugándome todas las líneas y haciendo muchísimos ´aces´ (puntos directos de saque)", respondió Ferrer entre risas.

Ya más en serio, el finalista del Godó habla de "concentración" y, sobre todo de arrancar fuerte desde el primer juego, "porque Rafa es un jugador que siempre empieza a un altísimo nivel y yo, cuando juego contra él, siempre empiezo el partido un ´break´ abajo".

¿Por qué es tan difícil ganarle un punto? "Porque defiende muy bien y cuando ataca lo hace perfecto: abre muchos ángulos y hace correr mucho la bola", resumió.